El Patrón y Eleazar Gómez protagonizan tremendo pleito en La Granja VIP | Video
La tregua en La granja VIP fue efímera. Tras días de convivencia pacífica —incluida una fiesta en la que por primera vez se vio a los granjeros relajados, riendo y hasta resolviendo viejas tensiones—, este domingo la armonía se fracturó por completo cuando Eleazar Gómez y el Patrón volvieron a colocarse en polos opuestos.
Horas antes de la gala de eliminación en la que Fabiola Campomanes abandonó la competencia, ambos participantes se enfrascaron en un nuevo y agrio enfrentamiento que rápidamente se convirtió en el tema central entre la audiencia del reality.
De la molestia al desafío
Todo se originó en el comedor. El Patrón mostró irritación porque Eleazar hablaba demasiado durante la comida, un detalle menor que en segundos detonó un cruce de reproches. El exluchador acusó a Eleazar de no desempeñar correctamente las tareas de la granja y, entre burlas, cuestionó su actitud frente al trabajo diario.
Eleazar respondió defendiendo su esfuerzo, lo que solo avivó la tensión hasta llevarlos a un intercambio cada vez más hostil. La discusión escaló al punto de quedar frente a frente, desafiándose mutuamente y midiendo fuerzas en un ambiente que se tornó explosivo.
La situación dio un giro más delicado cuando, según los videos difundidos por seguidores del programa, el Patrón habría hecho un contacto físico inapropiado hacia Eleazar, tocándolo en una zona íntima. El actor reaccionó de inmediato, retrocediendo y reclamando la falta de respeto.
Las imágenes se viralizaron en minutos y desataron una oleada de críticas hacia el Patrón. Para muchos internautas, este tipo de acciones rebasa por completo los límites permitidos dentro del reality y amerita una sanción ejemplar, incluso su expulsión.
Durante la gala de eliminación del domingo se anunció una sanción, la nominación automática de El Patrón.
Por ahora, el ambiente en la granja permanece tenso y la audiencia está a la espera de que se determinen las consecuencias de un episodio que, en cuestión de minutos, borró cualquier rastro de la paz que parecía haberse recuperado días antes.
