El poder del rojo en psicología: considerado de la suerte para las mexicanas
Con el triunfo de Fátima Bosch en Miss Universo 2025, volvió a tomar fuerza una teoría popular entre los mexicanos: aquella Miss México que luzca un vestido de noche rojo tiene grandes posibilidades de coronarse como la nueva reina universal.
Lupita Jones, Ximena Navarrete y Andrea Meza -antecesoras de Fátima- también lucieron vestidos rojos durante la competencia, y cada una se coronó en las ediciones de 1991, 2010 y 2020, respectivamente.
Aunque ya ocurrió una vez que una mexicana llegó a ser segunda finalista vistiendo de rojo, lo que llegó a pensar que el color del vestido no estaba relacionado con los resultados.
¿Cuál es el significado del color rojo?
El rojo es un color cargado de simbolismo, tanto en lo psicológico como en lo cultural y religioso. Sus asociaciones más fuertes provienen de elementos muy reconocibles, como el fuego y la sangre, lo que históricamente lo ha vinculado al calor, al Sol, a la guerra y a la violencia.
Aun con esas connotaciones, el rojo también inspira cualidades positivas. Desde la psicología del color —que estudia los efectos emocionales y sociales de cada tonalidad— se le relaciona con la pasión, la energía y la vitalidad. Evoca afecto, sensualidad, poder, fuerza, prosperidad y dinamismo. Incluso se ha observado que puede estimular conductas más espontáneas y extravertidas, así como motivar la acción y la búsqueda de metas.
Sin embargo, sus aspectos negativos son igualmente conocidos. Por su vínculo con la sangre, el rojo suele asociarse al peligro, la agresividad, la impulsividad y la falta de control. También puede sugerir competitividad extrema, destrucción o crueldad, además de conductas arriesgadas o poco reflexivas, ideas que han dado pie a mitos populares como el de los automóviles rojos y el mayor riesgo en la conducción.
Sofía Aragón casi consigue la corona

El 8 de diciembre de 2019 se llevó cabo la final de Miss Universo en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, en donde 90 países del mundo compitieron por el título.
Al final del evento obtuvo la posición de segunda finalista, siendo la segunda mexicana en obtener dicho puesto. La primera fue Amanda Olivares Phillips, en Miss Universo 1988.