Se termina el Apertura 2025 para las Guerreras del Santos Laguna, a falta del último partido que jugarán este sábado primero de noviembre ante el Atlético del San Luis.
Otro semestre en el que las vacaciones les llegan por adelantado, sin conseguir un puesto en la “fiesta grande” del futbol mexicano, pero ahora con sensaciones completamente distintas a lo que estamos acostumbrados.
En esta ocasión no me gustaría resumir todo a estadísticas, si no también hablar de los procesos.
Claro está que, cuando de números se trata, al menos el objetivo de sumar más puntos que el torneo anterior se cumplió para las dirigidas por Jonathan Lazcano (12) y, aunque para muchos puede parecer cosa de nada, quienes estuvimos siguiendo cada partido pudimos percibir una actitud distinta de este equipo.
Ojo, sé perfectamente que a nuestra Liga MX Femenil le falta un buen tramo por recorrer en la cuestión de paridad y siguen siendo los mismos equipos lo que dominan la parte alta de la tabla general (Tigres, Rayadas, América y Pachuca).
Sin embargo, algo que me llamó mucho la atención en las distintas entrevistas que pude realizar con las jugadoras del cuadro albiverde es que todas coinciden en algo: esta nueva etapa les ha ayudado a fortalecer la confianza.
Aunque los resultados aún no reflejan por completo el trabajo realizado, el equipo ha dejado de ser una victoria presupuestada para sus rivales, mostrando mayor seguridad, orden y convicción en cada partido.
Quizá imprimir una mentalidad competitiva y una identidad más sólida ha logrado que las jugadoras se sienten respaldadas por una idea de juego coherente, traduciéndolo a un equipo que compite de tú a tú, que se atreve a proponer y que demuestra jornada a jornada que está en búsqueda de un crecimiento sostenido.