El ciclo agrícola del próximo año está en peligro ante la falta de precipitaciones suficientes en la región, advirtió Joel Delgadillo Delgadillo, subsecretario de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural en La Laguna de Durango. Según el funcionario, el 80 por ciento de los agostaderos permanece seco y la esperanza recae en las lluvias de julio, agosto y septiembre para evitar un escenario crítico.
Delgadillo explicó que si no se registran aportaciones significativas a la presa del Palmito, únicamente quedarían disponibles 300 millones de metros cúbicos de agua, cantidad que solo alcanzaría para abastecer el proyecto Agua Saludable, sin posibilidad de destinarse a riego agrícola.
El impacto ya comienza a sentirse en el sector ganadero. Se estima la pérdida de alrededor de mil 400 cabezas de ganado bovino en el estado, mientras que algunos productores optan por la venta anticipada de animales para evitar mayores pérdidas. Otros se preparan adquiriendo alimento suplementario, en parte apoyado por el gobierno estatal.
A esta crisis se suma la escasez de apoyos federales para el campo y el cierre de la frontera, lo que ha complicado aún más las condiciones económicas de los productores de la región.
Como se informó oportunamente en este medio, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que solo se han registrado 24.6 milímetros de lluvia en la Comarca Lagunera, lo que representa apenas el 10 por ciento de la media anual de 244 milímetros. Aunque el pasado fin de semana se acumularon 18.8 milímetros en Torreón, estos valores no han sido suficientes para alimentar los cuerpos de agua de la zona.
Las precipitaciones en la cuenca alta del río Nazas fueron mínimas y desiguales. Para que haya escurrimientos que beneficien la presa Lázaro Cárdenas, se requieren lluvias constantes de al menos 20 milímetros.
A pesar de algunas lluvias puntuales que han contribuido a la saturación de los suelos, la situación permanece crítica. Conagua proyecta que el año podría cerrar con niveles cercanos al promedio si las condiciones meteorológicas se estabilizan, aunque desde 2023 se ha observado una tendencia a que las lluvias se concentren en la parte baja y media de la cuenca del río Nazas, sin generar aportaciones suficientes a la zona alta, lo que complica el almacenamiento en presas.
La falta de precipitaciones no solo compromete el ciclo agrícola, sino que impacta directamente en la disponibilidad de agua para consumo humano y la viabilidad de las actividades económicas de la región. Productores, autoridades y comunidades miran al cielo con la esperanza de un giro en las condiciones climáticas que permita revertir una temporada crítica para el campo lagunero.
El ciclo agrícola 2025-2026 en la Comarca Lagunera estaría en riesgo por la escasez de lluvias en la cuenca alta del río Nazas. (FERNANDO COMPEÁN)
