La presidenta Claudia Sheinbaum cargó contra el acaparamiento del agua para el uso “de unos cuantos”, defendiendo su reforma a la Ley General de Aguas.
Sheinbaum recordó que en 1992 cambió la administración del agua, creándose la Comisión Nacional del Agua, desapareciendo la Secretaría de Recursos Hidráulicos y la visión era que el agua, como otras cosas, es una mercancía.
Cuando la Constitución dice que el agua es de la nación, reconociendo los recursos naturales como propiedad de la nación.
Planteó que el agua se concesiona, por parte de la Conagua, pero la visión en los sexenios anteriores era que se podía mercantilizar, lo que generó una sobreexplotación de "prácticamente todos los cuerpos de agua y los acuíferos en el país".
La presidenta manifestó que con su reforma busca ordenar todas las concesiones de agua, porque había tres bases de datos, datos contradictorios, concesiones de millones de metros cúbicos a agricultores, empresas que no se estaban usando".
"Si tu tienes un río y el agua de ese río está concesionada a alguien, aunque tú vivas a un lado del río no la puedes usar, porque está concesionada a otro".
Señaló que cuando llegó al gobierno hizo un acuerdo con todos aquellos que tuvieran concesiones de agua y no la usaran, se les pidió regresarla voluntariamente a la Conagua, lo que "muchos" empresarios y agricultores hicieron.
Criticó que hay agricultores "de los grandotes" que tienen concesiones de agua, con la nueva ley diciendo que ya no se va a poder vender esa agua a otro ni transmitirla al desarrollador inmobiliario, etc".
Afirmó que está garantizando el agua como derecho humano y como recurso de la nación.
La presidenta acusó que hay Distritos que tienen concesionada agua para riego, con la ley diciendo que no debe pagarse el uso porque es para la producción de alimentos, pero al no usarla la venden a los municipios obteniendo hasta 300 millones de pesos.
Sheinbaum carga contra acaparamiento del agua en México y defiende reforma
