Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

ENSAYO SOBRE LA CULTURA

LOS GRUPOS

El hombre es necesariamente sociable y los grupos pueden servir para el desarrollo humano o para lo contrario, cuando alguien se apropia de ellos para conseguir sus propios beneficios.

Afortunadamente, me ha tocado tener relación con grupos que han hecho cosas positivas para la ciudad o para la comunidad, que han enriquecido las propias características de nuestro entorno. Son grupos que no tienen más interés que la comunidad misma.

Algunos de estos grupos funcionaron en el pasado y, con el tiempo, una vez que la gente ha ido desapareciendo, se van olvidando. A muchos de estos grupos perteneció mi padre desde que era joven y la Cámara Junior comenzó a funcionar en la ciudad. Antes tenía otro nombre y ahorita se me olvidó. Con el tiempo, mi padre empezó a colaborar con otras organizaciones como el Club de Leones y grupos que se dedicaban a fomentar la cultura en Torreón. Bastaba el entusiasmo para hacer eventos, más que tener los medios para garantizar cosas.

Una de ellas fue la Fuente de la Juventud en la Plaza de Armas de Torreón, donde dos grupos de amigos hicieron una competencia de quién juntaba más dinero. Unos se pusieron Los Corbatones y otros los Adolfitos; por los resultados, fueron un éxito.

Las cosas no tienen que ser tan vistosas. Otra de las cosas que recuerdo es la organización de conciertos sinfónicos en la Alameda Zaragoza a partir de discos que proporcionaban varias personas, como el ingeniero González de Gonher, quien era quien prestaba el equipo de sonido. Al principio pensaron que no iban a tener mucho éxito y regalaban cerveza para que la gente asistiera; después eso no fue necesario. También se organizaron recitales de piano con el maestro Vilalta, que era un concertista profesional.

Otro de los grupos que se distinguieron fueron los grupos de teatro, que al principio fueron encabezados por el Dr. Garibay y hacían sus ensayos donde podían para hacer unas cuantas funciones. Se tomaban varios meses de trabajo, de ahí salió el teatro Mayrán, que se fue consolidando con la aportación de varias personas como Salvador Jalife y otras más. A partir de aquel tiempo se fueron desarrollando los grupos teatrales que no han dejado de funcionar hasta los tiempos actuales.

En otras áreas ha habido patronatos que han hecho mucho por la ciudad, como el "Papro", que organizó muchas rifas de casas para sacar fondos para instituciones sociales que se ponían a trabajar, pero que, desgraciadamente, a partir de la devaluación que provocó López Portillo, perdieron todo su valor.

Otra de las realizaciones positivas es la creación de la Universidad Autónoma de la Laguna, que también se hizo con el duro trabajo de un grupo de gente que supo dar confianza para que las cosas se realizaran y las cosas están hechas.

Las nuevas generaciones desconocen mucho de esto porque nadie ayuda a recordarlos y entonces entra en el olvido. Uno de los casos recientes es la Calzada de los Escritores, donde primero se robaron los bustos y se volvieron a reponer, pero ya con otra organización.

Hay cosas que no se reponen, porque también había bustos de artistas famosos en la misma Alameda que dejaron de existir.

Todas estas realizaciones se hicieron a través de grupos de amigos y han abarcado diferentes áreas, como la cultural o la de ayuda social. Hay personas como el Padre Manuelito, que fundó una clínica. Puede haber otro tipo de organizaciones, como el Cristo del Cerro de las Noas, que ayuda para la promoción turística y que, en los últimos tiempos, ha tenido bastante éxito.

No todo es tan fácil. Hay acciones en donde la ciudad se ha puesto a que se revisen, como el estacionamiento de la Plaza de Armas, lo que no ayudó al desarrollo del centro de Torreón, y hay acciones como la construcción del Museo Arocena, que le da dignidad a la ciudad.

Todo esto se hace a partir de grupos promotores. Si estos no existieran, tampoco existirían las obras. Con una idea basta y encontrar quién la apoye para que se lleve a cabo; esto se hace cada vez con menos frecuencia. Será por los tiempos que vivimos, en donde se nos ha quitado mucho el entusiasmo para hacer cosas.

Otro de los monumentos que se recuperaron fue el Teatro Martínez, que, siendo tan bonito, era un cine de tercera. Entonces hubo un grupo de gente que lo rescató, y ahora es parte del orgullo de la ciudad.

Leer más de Nosotros

Escrito en: Columnas editorial

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2429772

elsiglo.mx