
Estados de México con las serpientes más venenosas y su temporada más activa
México destaca por su extraordinaria biodiversidad, hogar de más de 700 especies de reptiles. Entre ellas, cuatro tipos de víboras venenosas se distribuyen en diversos ecosistemas del país. Estas especies habitan principalmente en regiones como Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tamaulipas, Sinaloa.
Las serpientes de cascabel
El veneno de las serpientes de cascabel ataca directamente al sistema circulatorio al destruir las células de en la sangre y los tejidos de piel lo que causaría una hemorragia interna. Así mismo, inmoviliza al sistema nervioso y afectaría la función de respiratoria de la persona afectada.
La serpiente nauyaca terciopelo
En Yucatán, esta serpiente es la principal responsable de los casos de mordeduras. Su veneno provoca diversos síntomas, como dolor intenso, inflamación, supuración, aparición de moretones, ampollas y entumecimiento en la zona afectada. También puede causar fiebre, dolor de cabeza, hemorragias, náuseas y otros malestares sistémicos. Estos efectos destacan la importancia de buscar atención médica inmediata ante una mordedura para minimizar complicaciones y garantizar un tratamiento adecuado.
La serpiente coralillo
Estas serpientes suelen confundirse con la "falsa coralillo", que no es venenosa. ¿Cómo distinguirlas? No es sencillo, debido a la gran variedad de coralillos existentes. La recomendación más segura es mantenerse alejado de todas, ya que, aunque son menos irritables que otras serpientes, el veneno de las coralillos verdaderas es mortal. Ante cualquier encuentro, es mejor evitar el riesgo y observarlas desde una distancia segura.
La serpiente cantil o mocasín
Esta serpiente es temida por la alta toxicidad de su veneno, capaz de destruir tejidos y provocar dolor intenso, enrojecimiento, inflamación y necrosis en la zona afectada. Sin embargo, es una especie tímida que solo ataca cuando se siente acorralada o sin otra opción. Por ello, si encuentras una, lo más prudente es mantener la distancia y evitar cualquier intento de interacción. Respetar su espacio es clave para prevenir accidentes.
La temporada de mayor actividad suele ser durante la primavera y el verano, cuando el clima favorece su reproducción y actividad.