
Ex trabajadores de AHMSA en el mejor escenario recibirían 20% de liquidaciones
Altos Hornos de México (AHMSA) no pagará las liquidaciones de los trabajadores conforme a los contratos colectivos, de acuerdo a lo que establecen la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Concursos Mercantiles. Además tampoco tendría los recursos económicos necesarios con la venta de la masa.
La solicitud de reconocimiento de derechos laborales presentada al Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles, estimó adeudos por 15 mil 932 millones de pesos a favor de los trabajadores.
Sin embargo, por aplicación de la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Concursos Mercantiles en sus artículos 221, 224 y 225, el monto exigible se reduce a solo el 20 por ciento de lo solicitado por el síndico.
Esto significa que apenas podrían reconocerse tres mil millones de pesos como pago preferente, cifra que obviamente estará condicionada a lo que se obtenga de la venta de los activos no comprometidos de la metalúrgica.
El artículo 225 de la Ley de Concursos Mercantiles indica que el primer año de adeudos laborales tiene prioridad legal, pero no garantiza su cumplimiento inmediato.
La sentencia de la quiebra de AHMSA se dictó el 22 de junio de 2023, con lo que se cumplieron dos años poco más de dos semanas del fallo judicial.
En su momento el síndico precisó que los bienes en garantía con acreedores como Pemex, Cargill y Grupo Villacero excluyen la posibilidad de usar esos activos para pagar liquidaciones.
Activos hipotecados y desmantelamiento anticipado complican el panorama
Con activos estratégicos comprometidos y otros ya vendidos por Argentem y por instrucciones judiciales, es poco viable que se recupere siquiera el 20 por ciento para el pago del crédito laboral.
Hay que recordar que el Molino Steckel ni el horno de arco eléctrico no son de AHMSA y no serán vendidos en el remate de la empresa. Están en la siderúrgica como parte del paquete para hacerlo atractivo a los inversionistas, pero no comprarán esos equipos.
Los acreedores con garantía o privilegiados no podrán cobrar antes que los trabajadores reciban su parte, pero no sacrificarán sus patrimonios para contribuir en los finiquitos.
Esos tres mil millones de pesos deben salir de la venta de la masa. Pero ésta parece no valer ese monto.
Si se alcanzara el primer pago a los trabajadores -de terminaciones y 12 meses de salarios y prestaciones caídas-, y después de cubrir los créditos a los acreedores privilegiados, podría abrirse paso a un segundo pago por mil 732 millones de pesos, aunque las probabilidades de lograrlo son mínimas, según analistas.
Los acreedores comunes -prestadores de servicios, constructoras y proveedores- seguramente no alcanzarán pagos, confirmó en su momento el síndico en su reporte al tribunal federal.
El abogado laboralista Federico Rosas, con experiencia en la liquidación de Mexicana de Aviación, consideró que las expectativas de los obreros de AHMSA son poco realistas.
“Los trabajadores depositan sus esperanzas en promesas políticas o de líderes deshonestos. Pero el marco legal es el que siempre se impone”, aseguró. También criticó la actuación del gobierno federal, por haber mantenido falsas expectativas mientras el proceso avanzaba hacia una ruina irreversible. La inacción del gobierno federal anterior bloqueó soluciones y dejó a los trabajadores como principales perjudicados de una debacle que pudo evitarse”, consideró Rosas.
Comparó el caso con Mexicana de Aviación, donde al menos había una empresa operativa, el taller de servicios, y el gobierno federal compró el nombre de la aerolínea para liquidar parcialmente los pasivos laborales.
En AHMSA, ni hay operación, ni hay interés real del gobierno para asumir parte de la carga como en Mexicana. El daño, afirmó, ya es estructural y difícilmente reversible.