La extorsión, otro de los graves problemas nacionales dentro del tema altamente desgastante de la criminalidad en México, está definida: "Presión que se ejerce sobre alguien mediante amenazas para obligarlo a actuar de determinada manera y obtener así dinero u otro beneficio" y sobre el caso, poco o casi nada se ha hecho.
La extorsión, en la práctica, representa un impuesto más para los mexicanos que la padecemos, ya de por sí agobiados con el alto costo de la vida; ahora, debemos entregar buena parte de nuestras ganancias a personajes que se han delineado como delincuentes, incluidos políticos corruptos; todo un grupo de rémoras humanas que viven de la explotación de la injusticia.
Hasta hace poco tiempo, el abuso por extorsión no se había generalizado en la Laguna de Durango y únicamente leíamos en periódicos nacionales el deterioro ocasionado a las economías de otros estados y regiones del país.
Recuerde como ejemplo de las múltiples extorsiones el caso de los limoneros: huerteros que han tenido pérdidas cuantiosas, "expropiaciones" y hasta cierre de sus negocios. La desgracia hasta ha provocado chistoretes, señalando el sobreprecio de los cítricos.
En los últimos meses se ha presentado la extorsión en la parte duranguense de la Región Lagunera, siendo extremo el abuso, con la complacencia de las autoridades, que ha despertado indignación y reacción de organizaciones productivas de la región; el propio gobernador de Coahuila ha señalado la necesidad de encontrar soluciones efectivas.
No olvidemos que La Laguna, está constituida por "vasos comunicantes" que unen a toda nuestra cultura, productividad regional y seguridad. Las extorsiones que afectan a ciudades como Gómez Palacio, Lerdo y demás comunidades, son dañinas para todos los municipios de Coahuila y viceversa.
No deja de ser desconcertante la falta de respuesta y apoyo de las autoridades estatales, que pone en duda no solo su capacidad de gestión -para las que fueron electas- sino la sospecha de colusión. ¿Qué impedirá su acción efectiva?
Hoy día, los laguneros de Durango sufren amenazas, abusos, atropellos y hasta desaparición de personas que se atreven a resistir; incluya: "las cuotas por cada metro cúbico de material de construcción transportado; al movilizar ganado; intimidación para apropiarse de obras públicas y privadas; el control exclusivo e ilegal de la venta de pollinaza; el 'huachicoleo' del agua, con cobros de hasta 20 mil pesos por hectárea; control forzado del mercado de silo forrajero y alfalfa, con imposición de precios y distribución; el control ilegal de los Módulos de Riego y la extorsión sistemática en alcoholímetros por injerencia de grupos delictivos, además de otros muchos otros actos criminales, ya denunciados públicamente, de los que estamos indignados los habitantes de la Comarca Lagunera. Desconcertante: ¡son de dominio público, excepto de las autoridades de Durango...!
Además del desplegado firmado por más de 20 instituciones productivas de La Laguna, se suman múltiples denuncias de particulares; todos, quejosos ante la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades del Estado. ¿Por qué será?
Ahora, recurren a instancias federales, haciendo un llamado a la presidente Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, y al secretario de Seguridad Omar García Harfuch. Los laguneros, tenemos la alta expectativa de sentir en nuestra vida cotidiana su respuesta eficiente.
La problemática que se vive en La Laguna, con las dificultades en los procesos administrativos, seguridad regional, economía del sector productivo y familiar, nos hacen recordar que dos gobiernos estatales, con todos sus costos, directos e indirectos, son una sobrecarga que va más allá de lo económico.
Lo anterior, a los laguneros, nos lleva a calcular costos generados por los repetidos dobles esfuerzos al no ser una sola entidad federal que, al unificarnos, representaría grandes beneficios para los habitantes locales y para el propio País. En su momento, en plena campaña, AMLO prometió revisar tal realidad y desafortunadamente ya electo lo olvidó. Otro desengaño.
Esperemos a la reacción del gobierno federal y que, con su apoyo, podamos recobrar la paz social que apenas habíamos empezado a vivir. No deseamos más descubrimientos de cuerpos desmembrados, narco mantas, casos de cierres de pequeños negocios y medianas empresas que no pueden enfrentar el costo del abuso impune; tampoco queremos saber de nuevos desaparecidos, quienes curiosamente se pierden después de resistirse a los actos criminales.
Imposible seguir viviendo la inacción contra el nuevo pseudo sindicato CATEM, al que apoyan -videos lo denuncian- facinerosos armados, montados en camionetas blancas, que intentan disuadir a quienes defienden su patrimonio manifestándose en protestas y/o resistiéndose al abuso.
Para infortunio de la presidente Claudia Sheinbaum, hay señalamientos del líder del citado organismo sindical, afirmando su estrecha relación con ella. Es conveniente que nuestra presidente se deslinde, ¡por México!
Los laguneros "también estamos bien", pero queremos estar mejor.
Apoyemos acciones para el bien común. ¿Está dispuesto a dejar el confort y ser mejor ciudadano?
ydarwich@ual.mx