Frío agrava la calidad del aire en Torreón por inversiones térmicas
La calidad del aire en la ciudad ha registrado niveles preocupantes durante las últimas dos semanas, con valores que oscilan entre “Mala” y “Muy mala”, al superar los 61 microgramos por metro cúbico de contaminantes.
Marcelo Sánchez Adame, director de Medio Ambiente del municipio, atribuye esta situación al fenómeno conocido como inversión térmica, intensificado por la llegada del otoño y las bajas temperaturas.
La inversión térmica ocurre cuando el aire frío, más denso, se queda atrapado en las capas inferiores de la atmósfera, impidiendo que el aire caliente ascienda. Esta condición provoca que los contaminantes, principalmente gases y partículas suspendidas, se acumulen cerca del suelo, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias entre la población.
El fenómeno se ha presentado con mayor frecuencia en las últimas semanas debido al descenso de temperaturas en la región Lagunera. Aunque es un proceso natural, su impacto se agrava por la alta concentración de emisiones contaminantes, especialmente provenientes del parque vehicular. En Torreón se estima que existen alrededor de 10 mil unidades del servicio público, entre taxis y autobuses, muchas de las cuales no cuentan con verificación ambiental, lo que incrementa su nivel de emisiones.
Las autoridades municipales han hecho un llamado a la ciudadanía para que consulte regularmente los reportes de calidad del aire y adopte medidas preventivas. Entre las recomendaciones destacan la afinación de vehículos, la reducción del uso excesivo del automóvil, la plantación de árboles adecuados y el fomento de medios de transporte no motorizados como la bicicleta o el caminar.
La inversión térmica suele manifestarse con mayor intensidad durante las primeras horas del día, cuando el aire frío permanece cerca de la superficie. Conforme avanza la mañana y el sol calienta el ambiente, el aire comienza a ascender por convección, lo que permite una dispersión gradual de los contaminantes. Sin embargo, este proceso no siempre es suficiente para contrarrestar los efectos acumulados de la contaminación urbana.