El impresionante número de victorias logradas en la Liga Mexicana de Verano, ubican a “Zacatillo” por encima de otros grandes manejadores del circuito veraniego, como Benjamín “Cananea” Reyes, Francisco “Paquín” Estrada, El “Sargento” Tomás Herrera, Enrique “Che” Reyes, y Chito García, entre otros.
Los campeonatos alcanzados en la Liga Mexicana de Verano bajo el mando del timonel lagunero, fueron celebrados de manera estruendosa por sus aficionados, tanto en Ciudad Juárez como en los Dos Laredos, principalmente los seguidores de los Indios, que en 1982 por fin veían que su equipo lograba obtener el ansiado título, que buscaban afanosamente desde la temporada 1973, y a este respecto, el “Pocho” Rafael García, pitcher estelar de la tribu en esa etapa, y también miembro del Salón de la Fama del Beisbol Mexicano, concede gran mérito del campeonato logrado al manager lagunero, quien supo conjuntar un armonioso grupo entregado a defender la franela hasta conseguir la anhelada corona.
Y el campeonato logrado en 1989 por el equipo de Los Dos Laredos al vencer a los Leones de Yucatán, además de ser disfrutado por los aficionados fronterizos que desde 1977 no saboreaban las mieles de un título de Liga, fue el mismo “Zacatillo” quien tal vez paladeó más que nadie y en gran manera el campeonato que los acreditaba como monarcas del circuito de verano, ya que según declaraciones del “Cañón” Jarocho Alejandro Ortiz, que fue uno de los principales artífices del triunfo, el lagunero se cobraba así una cuenta personal con uno de los directivos del equipo melenudo.
La humildad con que Don José Guerrero se dirigió siempre a los peloteros y aficionados que lo rodeaban, la pudimos constatar cuando “Zacatillo”, aún activo como manejador y después de su retiro, acudía a presenciar y a apoyar desde las tribunas al desaparecido equipo de Granja Lupita, propiedad de nuestro mutuo amigo Jorge Gómez Zermeño, que participaba en la Liga de Beisbol de Veteranos Juan Navarrete, que se juega en Gómez Palacio, Dgo.
Otra anécdota que nos describe la pasión que Don Pepe sentía por el beisbol, tuvimos la fortuna de vivirla en los campos de beisbol de San Fernando, en la ciudad de Lerdo, Dgo., a donde “Zacatillo”, ya retirado del beisbol profesional, acudió a presenciar un juego de Liga Mayor, donde participaba su hijo Héctor. Ahí en las gradas del estadio lo rodeamos un grupo de aficionados entre los que se encontraba también el entonces entusiasta patrocinador de equipos Herculano Valdez; el manejador de beisbol amateur Mario Luévanos, Jorge Gómez Zermeño, y un servidor, entre otros.
Obviamente, la plática giró en torno principalmente a infinidad de preguntas relacionadas con el beisbol, que le realizamos todos y cada uno de los presentes, y a las cuales el Inmortal del Beisbol Mexicano contestaba amable y ampliamente. La charla se prolongó hasta altas horas de la noche, y el mismo Don José “Zacatillo” Guerrero, nos ofreció de manera muy gentil, que cuando nosotros así lo dispusiéramos, lo visitáramos en su domicilio particular, para continuar hablando del deporte que tanto nos apasiona.
Cuando le preguntamos que cuál día de la semana y en qué horario le parecía más adecuado, “Zacatillo” de inmediato nos tuvo la respuesta que no esperábamos. Nos dijo: “cuando ustedes quieran...en las mañanas no hago nada...y en las tardes descanso”. Así vivía y sentía el beisbol el inolvidable y admirado manejador lagunero.