Este martes, el gobierno de Claudia Sheinbaum rechazó la ruptura de relaciones diplomáticas con Perú, anunciada ayer. De las cuales se mantendrán las consulares y comerciales.
Exponiendo su defensa legal, tanto bajo tratados internacionales como por la Constitución, el subsecretario Roberto Velasco informó que México seguirá defendiendo la tradición humanista, actuando conforme al derecho internacional y naturalmente no compartiendo la decisión de Perú, pero cuya amistad entre pueblos continúa.
Se recordó los ejemplos de las personas que han obtenido refugio en México por sus ideas y actividades políticas, con el más recordado de los refugiados españoles que huían del franquismo, así como durante las dictaduras de Chile, Argentina, Paraguay y Brasil; o los conflictos de Centroamérica y otros casos relevantes, por ejemplo, de José Martí, Trotsky, el Sha de Irán, Rigoberta Menchú y el expresidente Evo Morales.
Todos ellos se encuentran entre los miles a quienes México les otorgó el asilo.
El gobierno mexicano planteó que se sabe cuando una persona es perseguida política, porque si un Estado persigue a una persona por razones políticas, no las reconocería, sino que buscaría acusarlos de delitos comunes como corrupción, terrorismo u otros.
"El asilo es una de nuestras instituciones más nobles y en ese sentido México desde que es independiente ha sido fiel a esta institución", declaró Raquel Serur, subsecretaria para América Latina y El Caribe de la Cancillería.
(EL UNIVERSAL)