Los Programas para el Bienestar son "el plan social más ambicioso en la historia de México", dijo Claudia Sheinbaum en su Primer Informe de Gobierno. "México [es] el segundo país con menor desigualdad de América, después de Canadá", añadió. ¡Estamos mejor que Cuba!
Los informes presidenciales siempre han servido para exagerar, presumir lo hecho y omitir los rezagos. Antes eran el momento crucial de la narrativa del gobierno, pues el Presidente hablaba poco. Ahora es una mañanera extendida, pero le permitió a Sheinbaum mostrar completa su visión.
Pero no es fácil conciliar su optimismo con otros datos. Países más pobres y desiguales que México tienen mejores indicadores sociales. Perú con un PIB per cápita 30 por ciento menor que el de México, ocupa el lugar 79 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU de 2025, por arriba del 81 de México. En el 2018 México ocupaba el lugar 76, Perú el 78.
Los indicadores de salud reflejan dramáticamente nuestro rezago. Con datos de la Cepal, en el 2018 en México el 18 por ciento de la población no tenía seguro médico y en Perú el 24; en el 2022 en México subió al 42 por ciento y en Perú bajó al 14 por ciento. La lógica política de este gobierno ha sido distribuir dinero a costa de gastar poco en bienes y servicios públicos y, para colmo, hacerlo mal.
Además, el modelo morenista es de bajo crecimiento, 0.8 por ciento el sexenio pasado. Perú creció 1.7 en ese mismo periodo. Este año Sheinbaum está optimista, pero el Banco de México espera un crecimiento de solo el 0.6 por ciento.
El Plan México fue celebrado en su momento como muestra de que a este gobierno sí le importa el crecimiento. Sin embargo, por razones ideológicas no quiere inversión privada en el sector energético, ni asociaciones público-privadas en infraestructura. Con la incertidumbre generalizada, en el primer trimestre de 2025 la inversión privada ha caído 5 por ciento desde su pico en el tercer trimestre de 2024. Debido a que el gobierno no tiene dinero, la inversión pública ha caído 24 por ciento.
Para que esta película tenga un final feliz van a tener que encontrar cómo crecer mucho más, y no sólo en las entidades del país vinculadas a la economía de Estados Unidos. El crecimiento estelar de Tabasco durante el sexenio pasado, impulsado por el gasto público, llegó a su fin. Ese dinero se enterró en Dos Bocas y en el Tren Maya, por lo que no mejoró el crecimiento potencial de la región.
Hay regímenes cuyo inicio es espectacular, pero terminan en tragedia. Hugo Chávez llegó al poder en Venezuela a fines de 1999. En el 2000, el 42 por ciento de su población estaba por debajo de la línea de la pobreza. Para el 2010 había bajado a 27. No duró. Para el 2020 la población en pobreza había subido al 93 por ciento.
Hay muchas diferencias entre Venezuela y México. Sin embargo, Bolivia, mucho más exitoso en mantener la mejora en las cifras de pobreza, se quedó sin fuentes de crecimiento. En su visión del mundo, no necesitaba la inversión privada ni en gas natural -el origen de su buen desempeño durante los primeros años del gobierno de Evo Morales, tras la nacionalización de las empresas del sector-, ni para desarrollar el litio, del cual tiene importantes reservas.
El aumento en los salarios reales es la pieza central para explicar la mejoría en la distribución del ingreso. Si bien el mérito del gobierno fue impulsar una nueva política laboral, el dinero salió de los empleadores. Fue un aumento justo por el rezago histórico que se vivía, pero la productividad laboral está estancada. Hoy el empleo formal permanente va en retroceso. Por ello hemos visto para el segundo trimestre del año un repunte en el empleo informal, donde labora el 55 por ciento de los mexicanos. Lo realmente histórico sería ver un aumento significativo y duradero en el número de mexicanos laborando en la economía formal. Para esto hay que crecer.
@carloselizondom
ÁTICO
Indicadores sociales de México reflejan nuestro rezago; el gobierno necesita encontrar cómo crecer mucho más.