La Dra. María de la Luz Trasfi Mosqueda, me compartió una tesis construida entre varios educadores sobre la llegada de la I.A. a la educación superior. Menciona un análisis que podemos aplicar a México, advirtiendo que la formación de nuevos profesionistas es muy diferente a la tradicional y presenta dos alternativas: adaptarla y aplicarla o quedar con desventajas insalvables de quienes no la utilicen para enseñar/aprender.
Quedé pensativo al leer y tratar de entender el reto que representa para el desarrollo de México; temo que tendremos obstáculos muy difíciles de superar. La comparto.
Los autores escriben: "la Universidad actual, marcada por la digitalización y la globalización, la enseñanza y evolución a un modelo educativo centrado en el estudiante (…) las redes neuronales profundas y las redes generativas adversarias (GANs), junto a un aumento de la potencia de cálculo especialmente con GPUs (Unidades de Procesamiento Gráfico) y TPUs (Unidades de Procesamiento de Tensor) y la mayor disponibilidad de datos, han acelerado la evolución de la IAG en los últimos años. Además, la aparición de los transformadores generativos pre entrenados como GPT-3 y GPT-4, que pueden generar (…) una herramienta valiosa en diversos campos, desde la educación hasta la creatividad artística y diseño de productos".
Describen cómo ayudan, no solo al estudiante, sino al mismo profesor, aportándole herramientas para diseñar sus clases, asegurar sus objetivos y facilitarle trabajos administrativos que les resultan engorrosos -corregir tareas y exámenes, entregar calificaciones, etc.
Enumeran beneficios, como mayor acceso a la educación escolarizada y/o alcanzar niveles superiores de conocimiento, aprendizaje y aplicación.
Mencionan ventajas: adaptan el contenido a las necesidades específicas de cada estudiante, ofreciendo el acceso al apoyo académico en tiempo real, las 24 horas de todos los días de la semana del año, respondiendo a las preguntas/dudas mediante mecanismos de interacción y, muy importantemente: útil para aquellos estudiantes con dificultades para entender el material de la asignatura.
Es una herramienta formidable para que los profesores preparen mejor y más fácilmente sus clases, los materiales y trabajos que asignarán al estudiante. Facilita la evaluación y repasos de lo no comprendido y aprendido.
Da la oportunidad a que cada estudiante aprenda a su ritmo de asimilación del conocimiento, proporcionando servicios personalizados, conforme a sus gustos y necesidades.
Acaba con el "copy-paste", que es un problema serio en educación y otras áreas de divulgación que utilizan medios escritos y tradicionales, incluidas las redes, que no ofrecen seguridad de veracidad en lo publicado, quedando protegido el software privado y detectando a copistas y "acordeoneros"; incluya la capacidad del profesor para detectar oportunidades de aprendizajes individuales y la elaboración de materiales útiles para la comprensión del aprendiz, aclarar dudas y encontrar la aplicación del conocimiento en la vida diaria y productiva.
Desde luego que presenta retos y necesidades para su adaptación en las universidades, entre ellos y, sobre todo, la resistencia al cambio, tanto de maestros como alumnos y hasta administradores de las instituciones educativas; el costo de equipo y software necesario para el nuevo método de enseñanza y el presupuesto, que puede representar una barrera.
Pensemos en los raquíticos presupuestos nacionales aplicados a la educación y aún más, la disminución de estos, por razones e intereses politiqueros. Más destrucción nacional.
Otro reto es el sistema sindicalizado, que no solo entorpece la actualización docente, incluso antepone intereses politiqueros -de control- y personales, -aspiraciones de logro- que mueven a los administradores de la educación superior estatal y federal.
Habría que motivar a los profesores para asistir a las capacitaciones y su aprovechamiento con aprendizaje, más allá de cumplir con horas que les puedan redituar promociones y mayores sueldos. ¿Difícil?
Otro escollo es encontrar interés entre las altas autoridades políticas y que éstas destinen el presupuesto suficiente para lograr el cambio del sistema educativo nacional a uno de actualidad.
Hacerles comprender e interesarlos en la mejor capacitación profesional de los universitarios, quienes habrán de enfrentar el reto internacional; luego, llevarlos a los niveles de desarrollo de conocimiento con aplicación a la productividad. Desafortunadamente, a nuestros parásitos no les conviene.
Además, encontrar cómo legislar y adecuar la aplicación de los programas y portales de inteligencia artificial, para que aseguren los marcos morales que nos identifican con actitudes y respuestas éticas adecuadas; promover el respeto a la propiedad intelectual y el uso adecuado, para el aprovechamiento general de los materiales subidos a la nube.
Aparecen nuestras preocupantes debilidades mexicanas: las carencias en equipamiento y servicios para educar; la falta de software y hardware en escuelas; las dificultades de acceso a los servicios y materiales, por la limitación de cada escuela y hasta la incapacidad económica de los estudiantes para adquirir tales recursos actuales.
De no atender nuestros retos de formación profesional, seguiremos perteneciendo a esas naciones "en desarrollo", dependientes del extranjero. ¿Podremos reaccionar?
ydarwich@ual.mx