Mientras gran parte del país celebró una recuperación histórica en los niveles de agua almacenada tras la intensa temporada de lluvias y ciclones tropicales de 2025, la Comarca Lagunera enfrenta una realidad muy distinta.
A pesar de los 31 ciclones formados en el Atlántico y el Pacífico, de los escurrimientos extraordinarios en estados como Sinaloa, Sonora y Chiapas, y de que más de 80 presas del país superaron el 100 por ciento de su capacidad ordinaria, las presas del sistema Nazas permanecieron prácticamente estáticas durante los últimos tres meses, sin recibir los escurrimientos esperados.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que México alcanzó un almacenamiento nacional del 72 por ciento, muy por encima del 64 por ciento del año anterior, pero la región lagunera continúa dependiendo de volúmenes limitados y de decisiones administrativas para sostener su actividad agrícola, una de las más importantes del norte del país. La presa Lázaro Cárdenas, mejor conocida como El Palmito, tiene un almacenamiento de 1,341 millones de metros cúbicos, el equivalente al 45% de su nivel ordinario.
La temporada de ciclones 2025 fue una de las más activas de los últimos años. En el Atlántico se formaron 13 ciclones, incluidos tres huracanes categoría 5, mientras que en el Pacífico se registraron 18 sistemas, entre ellos el huracán Erick, que alcanzó categoría 4 en junio. Además, se presentaron 40 ondas tropicales y un monzón mexicano más prolongado de lo habitual, lo que generó lluvias abundantes en amplias zonas del país.
Estos fenómenos permitieron que presas estratégicas como las del Sistema Cutzamala alcanzaran niveles no vistos en años recientes. En estados como Sinaloa, Jalisco, Oaxaca y Sonora, los incrementos fueron tan significativos que varias presas rebasaron su capacidad ordinaria.
Sin embargo, la cuenca alta del río Nazas quedó fuera de esta recuperación. Aunque las lluvias fueron intensas en el noroeste del país, la mayor parte de las precipitaciones se concentró en el norte de Sinaloa y el sur de Sonora, sin generar los escurrimientos necesarios hacia las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco.
En septiembre, El Palmito dio un respiro a la región al superar los mil millones de metros cúbicos, alcanzando 1,067 millones, equivalentes al 36 por ciento de su nivel ordinario. Este incremento, impulsado por lluvias en Sinaloa y Durango, contrastó con los apenas 683 millones registrados al cierre del miniciclo agrícola en julio.
Durante unas semanas, pareció que la tendencia continuaría, a inicios de septiembre, El Palmito tenía 956 millones de metros cúbicos, y en cuestión de días aumentó más de 100 millones. Sin embargo, el impulso se detuvo abruptamente.
Los fenómenos Priscilla y Raymond, que generaron expectativas de alivio hídrico, no dejaron lluvias significativas en la cuenca del Nazas. Las estaciones hidrométricas de Conagua confirmaron que los escurrimientos simplemente no llegaron.
Para octubre, El Palmito registró apenas el 44 por ciento de su nivel. Desde entonces, los volúmenes se han mantenido prácticamente estáticos, sin el crecimiento que sí se observó en otras regiones del país.
La falta de recuperación en las presas del sistema Nazas tiene un impacto directo en la vida social y económica de la Comarca Lagunera. Miles de familias dependen del ciclo agrícola, y la incertidumbre sobre el agua disponible se traduce en menor superficie sembrada, reducción de ingresos y presiones adicionales sobre los productores.
En noviembre, tras semanas de desacuerdos, Conagua autorizó 750 millones de metros cúbicos para el ciclo agrícola 2025-2026, un incremento de 50 millones respecto a la propuesta inicial. Aunque el volumen permitirá un ciclo más amplio que el miniciclo anterior, la región sigue operando con márgenes muy estrechos, dependiendo de cada metro cúbico almacenado.
Con 1,341 millones de metros cúbicos en la presa Lázaro Cárdenas, la situación dista de ser holgada. La Francisco Zarco, por su parte, tampoco ha mostrado incrementos significativos, tiene un almacenamiento de 174 millones de metros cúbicos, un 56% de su nivel, además de mantener una extracción de 2 metros cúbicos por segundo para abastecer al programa federal de Agua Saludable para La Laguna.
El contraste entre la recuperación nacional y la situación del sistema Nazas evidencia una desigualdad hídrica que se ha acentuado en los últimos años. Mientras otras regiones lograron superar años de déficit, la Comarca Lagunera continúa atrapada entre la sequía prolongada, la variabilidad climática y la dependencia de lluvias que cada vez son más irregulares.
Aunque el país cerró 2025 con cifras alentadoras en materia de almacenamiento hídrico, la región sigue enfrentando un panorama frágil, esperando la llegada de lluvias futuras y con un sistema hídrico que, por ahora, se mantiene en niveles conservadores y preocupantemente estáticos.
Incremento nacional de agua no se refleja en las presas del río Nazas
