
Inflación llega a 3.76% anual en septiembre, hila dos meses al alza
En septiembre de 2025, la inflación general anual en México se ubicó en 3.76%, una cifra que, aunque inferior a la registrada en el mismo mes del año anterior (4.58%), sigue reflejando presiones importantes sobre el bolsillo de las familias mexicanas, especialmente en rubros esenciales como vivienda, educación y alimentación.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) alcanzó un nivel de 141.197, lo que representa un incremento mensual de 0.23%. Este indicador mide el cambio promedio en los precios de una canasta representativa de bienes y servicios que consumen los hogares mexicanos, y es clave para entender cómo se ajusta el costo de vida en el país.
Los aumentos más significativos se registraron en vivienda propia, educación primaria, servicios de loncherías, fondas, torterías y taquerías, así como en universidades. En contraste, algunos productos básicos como el huevo, el aguacate, la papa y otros tubérculos, así como los servicios profesionales, mostraron una disminución en sus precios.
El Índice de Precios al Consumidor de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCCM), que refleja los productos indispensables para la subsistencia diaria, tuvo un alza mensual de 0.27% y una variación anual de 3.74%. Aunque esta cifra es ligeramente menor que la del año anterior (4.32%), sigue siendo motivo de preocupación para los hogares de menores ingresos, que destinan la mayor parte de sus recursos a cubrir necesidades básicas.
La inflación no afectó por igual a todas las entidades del país. Estados como Sonora (0.44%), Ciudad de México (0.40%), Tamaulipas (0.40%) y Nuevo León (0.39%) registraron aumentos por encima del promedio nacional. En cambio, Chiapas (-0.26%), Aguascalientes (-0.20%) y Tlaxcala (-0.14%) mostraron variaciones negativas, lo que indica una ligera disminución en los precios en esas regiones.
Estas diferencias regionales reflejan no solo las dinámicas económicas locales, sino también el acceso desigual a bienes y servicios, así como la capacidad de las familias para enfrentar los cambios en el costo de vida.
Aunque la inflación general muestra una tendencia a la baja respecto al año anterior, los aumentos en servicios educativos y vivienda representan un reto para los hogares que ya enfrentan dificultades económicas. El incremento en alimentos preparados también impacta a trabajadores informales y estudiantes, quienes dependen de estos servicios para su alimentación diaria.