Informalidad y subempleo, los retos sociales del mercado laboral en La Laguna
En la Zona Metropolitana de La Laguna, más de 216 mil trabajadores ocupados están en la informalidad, lo que significa que una parte muy significativa de la población activa carece de seguridad social, prestaciones y estabilidad. Además, la subocupación aumentó de 25,374 a 31,398 personas en un solo trimestre (de 4.2% a 5.1%), lo que refleja que cada vez más trabajadores necesitan un segundo empleo para poder cubrir sus necesidades.
Mientras que el indicador de condiciones críticas de ocupación, es decir, las personas que trabajan siete días a la semana por un salario muy bajo, se mantiene en niveles preocupantes, con más de 170 mil trabajadores, casi el 28% de la población ocupada.
Estos tres elementos combinados muestran que, aunque la tasa de desocupación es baja (2.6%), gran parte de los empleos generados no son dignos ni suficientes para garantizar bienestar.
El Consejo Cívico de las Instituciones Laguna presentó su boletín sobre el mercado laboral al tercer trimestre de 2025, en el que se refleja un aumento en la población económicamente activa y en el número de trabajadores ocupados. Sin embargo, los datos también evidencian que la informalidad y las condiciones críticas de ocupación continúan siendo desafíos importantes para la región.
La Zona Metropolitana de la Laguna cuenta con una población total de 1,268,299 habitantes. De ellos, 625,842 forman parte de la población económicamente activa (PEA), es decir, personas mayores de 15 años que realizan o buscan un trabajo remunerado. De esta cifra, 609,312 se encuentran ocupados (97.4%), mientras que 16,530 permanecen desocupados (2.6%).
En comparación con el segundo trimestre de 2025, la PEA aumentó en 8,190 personas, la ocupada en 9,049 y la desocupada disminuyó en 859. Esto refleja un dinamismo positivo en la generación de empleo, aunque no necesariamente en la calidad de los mismos.
De los más de 609 mil trabajadores ocupados, alrededor de 216,597 se desempeñan en la informalidad, lo que significa que más de un tercio de la fuerza laboral carece de seguridad social y prestaciones. La industria manufacturera concentra el mayor número de empleos con 138,365 trabajadores, seguida por el comercio con 129,766.
La informalidad, además de limitar el acceso a derechos laborales, impacta directamente en la estabilidad económica de las familias, que dependen de ingresos sin protección frente a enfermedades, accidentes o jubilación.
El 47.7% de los trabajadores ocupados cumplen jornadas de entre 40 y 48 horas semanales, mientras que sectores como el agropecuario y la construcción presentan porcentajes significativos de jornadas superiores a las 49 horas.
En cuanto a ingresos, 8 de cada 10 trabajadores ganan entre 8,364 y 16,728 pesos al mes. Aunque este rango refleja cierta estabilidad, también evidencia que gran parte de la población trabajadora se encuentra en niveles salariales medios, sin alcanzar ingresos que les permitan superar brechas de desigualdad o acceder a mejores condiciones de vida.
Por otro lado, la desocupación mostró una ligera mejoría, al pasar de 17,389 a 16,530 personas, lo que representa una tasa de 2.6%. Aunque este dato es positivo, el reto sigue siendo garantizar que los empleos generados sean formales y con condiciones dignas.