EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Inmorales

Yamil Darwich

Si usted es mayor de los 50 años, puedo decirle mi temor de que le comentará a nietos y bisnietos sobre "el México que usted vivió", donde la libertad era defendida y respetada por autoridades de los diferentes niveles.

Hoy, sin dudarlo, vivimos un estilo de vida social y de un gobierno que está dispuesto para cambiar todas nuestras creencias que aún ordenan a la moral y la ética.

Lograr el objetivo material va más allá de las aspiraciones espirituales que nosotros aprendimos en la escuela; ser rico, significa tener poder para violentar a quienes se opongan; el respeto a nuestra biología -influencias en sexualidad- es anacronía y han modificado los procesos de elección para puestos públicos manipulándolos arteramente quienes deberían cuidarnos.

Los poderes de la Nación están acotados a la voluntad de unos cuantos individuos y ellos responden a intereses de grupúsculos que "mueven los hilos desde la oscuridad", aunque cada día su presencia es más evidente.

El discurso político nacional es ya un mero formulismo que no pretende explicar y/o convencer; quienes medianamente piensan en México, saben que solo son declaraciones que cubren espacios y acotan opiniones contrarias; para ello, continúan machacando por los medios digitales y de noticias formales sobre la posverdad -hacer creer lo falso, aún con la resistencia de la verdad en sí misma.

Bástenos revisar los personajes que aparecen en las noticias de México: politiqueros que han desplazado a los políticos verdaderos y que están sometidos a la voluntad "del de arriba", sin preguntar o cuestionar; algunos líderes empresariales que se ufanan de aportar ingresos y trabajo al país, hipócritas coludidos con "los otros en el poder" para hacer negocios convenientes a sus intereses.

Han enarbolado la bandera del populismo para justiciar malas acciones. Si estudiamos, veremos que en ningún escrito aparece la palabra corrupción, sí deconstrucción, refiriéndose a acabar con lo existente para reconstruirlo a conveniencia ideológica.

Ayudar al pobre es solo promesa motivadora para los necesitados, más que real atención a sus necesidades. Les aplican "violencia intelectual".

El procedimiento ya lo conoce: administrar la posverdad, que consiste en enajenarnos con mentiras y falsas afirmaciones hasta ocultar la realidad; el método tecnológico lo complementan repartiendo dineros que saben no les alcanzará.

Como uno de los varios ejemplos, mida las consecuencias en los costos de atención a la salud provocados con el deterioro institucional, llevado al extremo por ineficiencia/corrupción. Sume el pago de consultas privadas, agregue precios de medicamentos -otro abuso- y luego compare contra lo regalado.

Ahora, han superado las lecciones de Maquiavelo -en México, apareció un maestro superior a él- y es que Nicolás, escribió una crítica que pretendía desenmascarar a los falsarios, nunca recomendó en enriquecimiento ilícito.

Además, el control a largo plazo ha iniciado, creando una escuela dogmatizadora, orientada a minorizar el aprendizaje/conocimiento y destruir las bases morales de la ética.

En los alumnos: desatender las ciencias, luego combatir las creencias de bueno y malo -incluso religiosas- como mejor método para sembrar en tierra fértil ideologías del materialismo, individualismo y hasta desvirtuación de lo biológico, caso del ataque a la identidad y preferencias sexuales de los niños. Ellos, en unos años, serán jóvenes votantes.

A Stalin, le adjudican la metáfora de la gallina desplumada: quitarle su plumaje causándole dolor y luego dejarle comer de la mano del agresor. Quizá, nuestra versión sea: darles pobreza -crisis económica provocada- e ignorancia -destrucción del sistema de educación nacional-; unos cuantos pesos -en tarjetas de plástico- y entregarles comida en bolsas con etiquetados políticos publicitarios. ¿Será así?

La noticia del 1 de noviembre ha sido más que conmovedora, representa una advertencia a los atrevidos que protestas por la calidad de vida que nos imponen:

"Un grupo de sicarios asesinó a balazos a Carlos Manzo Rodríguez, alcalde del municipio de Uruapan, en el estado mexicano de Michoacán, mientras el funcionario se encontraba en un Festival de Velas por la tradicional Noche de Muertos".

Él, era el "político del sombrero" que luchaba y denunciaba los delitos del hampa; y es que ante su oposición extrema y por estar ganando fuerza, la muerte era una alternativa definitiva. Un viejo político me decía - "predicaba"- "al enemigo no lo amenaces o lastimes, córtale la cabeza o se levanta y te mata". Ahora ya no es mala enseñanza, es en México, dolorosa realidad.

Le voy a escribir algo que quizá le moleste -preferiría motivara-: "los pueblos tienen el gobierno que se merecen" y pareciera que nosotros, con nuestra pasividad y goce del confort, seremos material de estudio en la historia que leerán nuestros nietos, si la verdad aflora en el futuro.

Ya ganaron los Dodgers la liga de beisbol norteamericano, pero viene la liguilla del fútbol nacional, sin olvidar los festejos de "Lupe-Reyes" que, sin duda, nos mantendrán entretenidos. ¿Qué piensa?

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Mundo México Hoy Efemérides

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2427266

elsiglo.mx