EL SIGLO DE TORREÓN / Ramón Sotomayor
El Museo de los Metales albergó el pasado miércoles 26 de noviembre, en punto de las 18:00 horas, la plática Historia del desarrollo urbano de Torreón, la cual fue impartida por el maestro Javier Ramos Salas, investigador e integrante de la Asociación Nacional de Historia y Geografía (ANHG).
El evento gratuito se realizó en el patio del museo y a él arribaron historiadores, cronistas, investigadores, periodistas e interesados en la historia de la región.
Momento antes de la presentación, Javier Ramos Salas dijo en entrevista a El Siglo que la importancia de conocer la historia del trazo urbano de Torreón radica en “recoger las cosas buenas de la vieja traza y aplicarlas a los proyectos nuevos, como en todo. Las trazas antiguas tienen cosas buenas, favorables y algunas cosas que ya por el tiempo se desechan y ya no son prácticas o funcionales. Pero de lo antiguo hay muchas cosas que podemos rescatar”.
Según el investigador, uno de los aspectos a rescatar consiste en el concepto de densidad, es decir, las manzanas del centro de Torreón cuyas medidas son de 84 por 84 metros.
“Aunque pudieran ser de 80 por 80. Eran manzanas con mucho fondo y eso obligaba a quienes utilizaban esos lotes, ya fueran propietarios o arrendatarios, a densificar la propiedad. No puedes hacer una casa en 42 metros de fondo sin meterle algo arriba. Entonces, Torreón, desde un principio, es una ciudad densificada. Hoy es una ciudad muy extensa; de 1980 al 2020, la mancha urbana de multiplicó como por 14 o 15 veces, cuando la población creció menos de la mitad. ¿Por qué sucedió esto? Porque los desarrolladores inmobiliarios empezamos a hacer manzanas chiquitas, con pocos fondos, para hacer muchas casas de un piso. Ese es un ejemplo”.
Durante su plática, Ramos Salas abordó distintos puntos históricos de gran relevancia para la temática. Comenzó con el plano que Federico Wulff trazó en 1887 por indicación y visión de Andrés Eppen, entonces representante de la Rap Sommer y Compañía. También aclaró que el primer trazo de Torreón respondió a las prácticas urbanas de la época, principalmente inspiradas en las ciudades norteamericanas. Por ese motivo, también compartió el plano de Gómez Palacio realizado por el ingeniero Laureano Paredes.
Conforme la conferencia avanzó, Ramos Salas mostró y explicó la evolución de las manzanas que integran el primer cuadro de la ciudad. Nombres como el coronel Carlos González Montes de Oca y Feliciano Cobián fueron dignos de crédito.
El tiempo se extendió hasta el año 1944, con el plano de Francisco Serrano que propuso cambiar de orientación al trazo de la ciudad y agregar grandes avenidas en diagonales. No obstante, el gobierno en turno sólo siguió una parte del plan y hoy es posible apreciarlo en vialidades como el bulevar Diagonal Reforma o la calzada Ramón Méndez.
