
Realidad.Joaquín lamentó que las hermanas Delfina, María de Jesús, María del Carmen y Eva González, llamadas en la serie ‘Las Baladro’, contaran con tanto apoyo de las autoridades o dependencias para poder llevar a cabo sus crímenes.
A unas semanas del estreno de Las muertas, la serie sigue en el top ten de lo más visto en Netflix.
Gracias a este proyecto, se ha generado un gran interés de las nuevas generaciones por los crímenes y actos de las “Poquianchis” que inspiraron el libro de Jorge Ibargüengoitia llamado Las muertas y a su vez dicho proyecto de la plataforma dirigido por Luis Estrada.
En la serie participa, Joaquín Cosío, quien encarna a Bedoya. El parecido del actor con el Capitán es inmenso, tan es así que cuando el nacido en Tepic lo conoció por fotos quedó asombrado.
Debido a la trascendencia de Las muertas, el artista habló en exclusiva con El Siglo de Torreón de tal trabajo. Sin duda, se encuentra orgulloso por los resultados.
“Me parece que es uno de los grandes trabajos que ha realizado Luis Estrada.
Es su primera serie. Cada capítulo tiene su propia dinámica y estructura. Me considero privilegiado de ser parte de Las muertas.
“Obviamente, ha suscitado mucha polémica. Ya salieron muchos expertos en Ibargüengoitia y están hablando de que tal vez la adaptación no es tan fiel, pero no coincido con ellos.
A mí me parece que la relación entre Jorge y Luis es muy antigua. Estrada nos decía que desde hace muchos años había querido grabar Las muertas hasta que por fin lo logró y ha hecho un excelente trabajo”, explicó.
En ese sentido, el entrevistado relató que de alguna manera Estrada e Ibargüengoitia coinciden en ideologías.
“Hay afinidad entre ellos. A Luis le gusta el humor negro. Ha cultivado ese estilo mordaz, irónico, oscuro y divertido en sus películas (El infierno, La dictadura perfecta), entonces Las muertas le dio la oportunidad de llevar a cabo una obra oscura y a la vez terrible basada en hechos reales, pero en donde finalmente ronda ese humor negro que tanto privilegiaba Jorge a sus textos”.
Vía telefónica, el intérprete mencionó que laborar con Estrada es muy interesante, además de que él es muy exigente, “y al mismo tiempo genera ambientes muy relajados”.
“Llevamos como cuatro proyectos juntos. Cuento con el privilegio de que un director como Luis me considere en sus proyectos. Le tengo un absoluto respeto y una admiración enorme”.
Pero, ¿cómo fue que recibió la responsabilidad de ponerse en los zapatos de Bedoya? Él mismo lo platicó.
“Me llamó Luis Estrada y me invitó a su oficina. Me dijo que quería que estuviera en Las muertas. Él tenía un pizarrón con fotos de los involucrados en el caso de las ‘Poquianchis’ y las de los actores que eligió para encarnarlos. Me sorprendí al ver el parecido mío con el de Bedoya. Me consiguieron un suéter igual al que usaba”.
Por otro lado, Joaquín lamentó que las hermanas Delfina, María de Jesús, María del Carmen y Eva González, llamadas en la serie ‘Las Baladro’, contaran con tanto apoyo de las autoridades o dependencias para poder llevar a cabo sus crímenes hasta que fueron detenidas en 1964.
“Desgraciadamente, la trata de blancas sigue ocurriendo. Es una historia sobre la corrupción, de cómo estas hermanas llegan y corrompen todas las atmósferas donde ellas asisten o viven. Ahí vemos involucrados a todos los niveles de gobierno porque ellas arreglaban todo con dinero”.
Desde que Las muertas arribó a Netflix, las comparaciones con un capítulo de la serie Mujeres asesinas de Pedro Torres y la película de Felipe Cazals que abordan lo que ejecutaban tales mujeres, no se hicieron esperar; sin embargo, para Cosío lo que realizó Estrada es muy distinto.
“El estilo de Luis es único, igual que el de Cazals.
El de Pedro no lo vi, pero a sabiendas de que fue para TV, tuvo que tener restricciones, pues una historia tan cruda no creo que haya podido plasmarse por completo para la pantalla chica.
Cazals hizo una gran película, es uno de nuestros maestros del cine, mientras que Estrada lo que realizó fue una serie, lo que le permitió contar la historia más detallada”.
En cuanto a próximos planes, dijo Joaquín que tenía una película por rodar, pero podría cancelarse o posponerse porque, “el país vive momentos complicados en todos los rubros y el cine, siendo una industria muy cara, está sufriendo bastante. Además, los gobiernos de toda índole, de todo color y de toda ideología siempre consideran que la cultura es susceptible a ser recortada porque evidentemente, en mi opinión, no la entienden y no saben el papel que tiene a la hora de sensibilizar un país”.