One and Three Chairs (Una y tres sillas), 1965. Imagen: MoMA
El pensamiento y la obra de Joseph Kosuth representan un momento decisivo en la historia del arte del siglo XX. Desde sus primeras indagaciones a mediados de los años sesenta hasta su defensa teórica del arte conceptual, planteó que el ejercicio artístico debía pasar de la esfera estética a la del lenguaje. Ese cambio se manifestó en su ensayo Art after Philosophy, en el que expuso que las obras de arte son proposiciones analíticas y, por lo tanto, cada una es una tautología porque expresa la intención de su creador: afirmar que algo es arte. En esta formulación, el arte deja de representar al mundo y se convierte en una proposición sobre sí mismo, un enunciado que no transmite información empírica, sino que establece las condiciones para su propia existencia.
Esta posición se basa en el modelo de pensamiento que Ludwig Wittgenstein desarrolló en su filosofía del lenguaje. En el Tractatus Logico-Philosophicus, el filósofo argumentó que la realidad, el lenguaje y el pensamiento tienen una estructura lógica común: loque importa de una proposición es su habilidad para retratar los hechos del mundo.
Sin embargo, al concluir su trabajo, Wittgenstein admitió que hay restricciones a lo que se puede expresar con sentido, por lo que es mejor callar sobre aquello de lo que no se puede hablar. Kosuth asumió esta frontera del lenguaje como el dominio exclusivo delarte, un ámbito donde las proposiciones no dicen, sino que muestran. De este modo, el artista asume el papel del filósofo que explica la utilización de los signos, y su obra se convierte en un estudio conceptual acerca de lo que significa el arte dentro de su propio sistema.

MATERIALIZACIÓN DE LA TAUTOLOGÍA
La investigación de la crítica e historiadora Patrice Loubier posibilita enmarcar a Kosuth dentro de una genealogía más extensa. Loubier señala que en los años sesenta se produjo el cambio de la tautología como figura retórica a la tautología como forma,proceso que finalizó concretamente con obras como Five Words in Green Neon. Las palabras “Cinq mots en néon vert” (Cinco palabras en verde neón) se presentan moldeadas en un tubo verde que emite luz. El texto dice exactamente lo que el espectadorve: su descripción coincide con el objeto. La estructura lógica de la declaración “esto es esto” se hace visible debido a que el enunciado y el fenómeno visual se confunden. La tautología se materializa. El lenguaje no hace comentarios sobre la obra, sinoque la obra es el lenguaje en acción.
Loubier sostiene que esta forma autodescriptiva es una respuesta a la aporía del modernismo tardío. Artistas como Reinhardt o Stella habían tratado de establecer la independencia de la pintura a través de fórmulas tautológicas, tales como “arte es arte” y “lo que ves es lo que ves”, las cuales, irónicamente, requerían del lenguaje para mantener su pureza visual. El arte conceptual, sin embargo, resolvió el dilema al integrar la mediación verbal en su interior; en vez de eliminar el discurso, lo incorporó a sí mismo. En One and Three Chairs o en Five Words in Green Neon, el objeto y el signo lingüístico se vuelven equivalentes; la obra actúa como una proposición analítica que confirma su propio significado.
Esto refleja también el tránsito en el pensamiento de Wittgenstein. En sus Investigaciones filosóficas, abandona la idea de una estructura lógica única y concibe el lenguaje como una multiplicidad de juegos cuyos significados dependen de su uso. Kosuth recoge esta noción pragmática al aseverar que la función del arte consiste en investigar las reglas de su propio juego. Si el Tractatus le había ofrecido la idea de una tautología, las Investigaciones le aportaron una visión contextual del sentido, es decir, la comprensión de que toda definición de arte se produce dentro de un sistema institucional y lingüístico determinado.

IMPACTO EN LA CRÍTICA
Sin embargo, para Kosuth su proyecto no podía ser reducido a una crítica institucional limitada ni a una estética administrativa. Opinaba que algunos historiadores confundían la dimensión filosófica de su trabajo con un simple formalismo, pero lo que le interesaba no era la forma material del objeto, sino la estructura conceptual que lo determinaba como arte. De ahí su pregunta: ¿Es la presencia física de una obra el único criterio de su existencia? No si se comprende algo del arte conceptual. Esta afirmaciónresume la herencia wittgensteiniana de Kosuth: el significado de una pieza no se halla en su sustancia empírica, sino en el conjunto de reglas lingüísticas que permiten reconocerla como tal.
Así, la reflexión sobre el arte deja de ser externa y se incorpora como elemento constitutivo de la obra misma. En Investigations, Kosuth reemplaza la vivencia estética con un examen lógico sobre el concepto de arte. Cada pieza es una definición que se pone a prueba; una obra es arte en la medida en que toma parte del discurso que lo legitima. De esta manera, la labor artística asume un rol metalingüístico parecido al del filósofo que investiga las fronteras de lo que se dice. Esta operación no solo redefine el estatus delobjeto artístico, sino que establece una forma de crítica en que la práctica y la teoría se superponen.
El trabajo de Kosuth tiene también una dimensión histórica: representa el paso “del solipsismo autotélico del modernismo a la apertura crítica hacia el contexto” (Loubier), rasgo distintivo de la crítica institucional de los años setenta. El artista ya no tienecomo objetivo transmitir su interior ni crear belleza, sino más bien descubrir las normas que hacen posible comprender la noción de arte mismo. Su práctica se transforma en una epistemología visual del lenguaje.

Los sistemas institucionales del arte establecen lo que puede exhibirse, así como los juegos de lenguaje determinan lo que se puede expresar. Por tanto, la obra conceptual no solamente se encarga de ilustrar teorías filosóficas, sino que las hace tangibles dentro de un contexto específico. En One and Three Chairs, la tríada de objeto, fotografía y definición encarna tres modos de representación: lo real, lo icónico y lo verbal. Cada uno se legitima en relación con los otros, demostrando que el significado no es una esencia, sino una función del uso y del marco enunciativo.
En su correspondencia con Benjamin Buchloh, Kosuth sostenía la autonomía de esta investigación frente a la historiografía que pretendía reducirla a un episodio del modernismo. Acusaba al crítico de omitir su período de The Second Investigation y de ignorar la continuidad teórica entre sus escritos y las prácticas posteriores de crítica institucional. Al hacerlo, reclamaba para sí la genealogía de la crítica del lenguaje del arte, que habría de influir en artistas como Dan Graham o Art & Language. De esta manera, la influencia de Wittgenstein no se limita a un repertorio de citas, sino que también organizó la metodología del arte conceptual como análisis deldiscurso artístico.
El proyecto de Kosuth puede interpretarse como la implementación extrema del principio wittgensteiniano que sostiene que los problemas filosóficos son problemas de lenguaje. Su arte no intenta solucionar esos problemas a través de imágenes, sino mostrarlos tal como son. La tautología, en lugar de ser una forma vacía, se transforma en un instrumento esencial que muestra el contexto lógico y social del ejercicio artístico. Cuando se dice “esto es arte”, la obra no está afirmando una verdad, sino que está mostrando un acto de definición.
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