
La AML y el signo de interrogación
La tecnología moderna, mediante sus artefactos y las redes sociales que los utilizan, vienen imponiendo un uso anormal de los signos de interrogación y admiración. Omiten el signo que abre la pregunta; también el que inicia el periodo que debe llevar el que se conoce como de admiración. Es un tema que se me ocurre tratar en estos días en que se celebran 150 años de la Academia Mexicana de la Lengua, institución inaugurada el 12 de septiembre de 1875.
Las mentes inquisitivas seguramente se han cuestionado por qué ahora solamente se usan los signos de cerrar si desde la escuela primaria enseñan que deben abrirse al principio de las palabras a las que se quiere dar cierta intención. ¿Contribuye en algo el que los teclados de algunos adminículos ofrecen primero el signo que cierra y pierde por allá el que gráficamente abre?
Es probable que los teclados cibernéticos tengan algo de culpa en el abandono de la norma que dicta abrir interrogación y admiración. Sin embargo, puede ocurrir que se justifique con ejemplos de peso y autoridad el no abrirlos. Uno de los más grandes poetas de las letras universales, Pablo Neruda, no usaba el signo de abrir la interrogación.
Que escribiera así me llamó la atención desde que empecé a leerlo. Y ya cerca del final de su vida él lo seguía haciendo. En sus memorias que publicó en 1974 con el título de Confieso que he vivido, Neruda persiste en su práctica de no usar el signo de abrir al escribir preguntas.
Y si la curiosidad lleva a preguntar cuándo habrá nacido la norma de poner el signo de interrogación al principio del texto, no sabré decirlo. En cambio puedo aportar una prueba de que no siempre se usó. Es un testimonio bastante antiguo y de bastante peso si se conoce que procede de una pluma de tanta calidad como la de Cervantes.
Es Lope de Vega, miembro de la pléyade de mayores escritores de lengua española, quien mediante sus obras proporciona un caudal de ejemplos de que no siempre se usó el signo de interrogación para abrir la pregunta. Se les encuentra en El despertar a quien duerme, obra datada en 1617, igual que en sus otras obras de los siglos XVI y XVII accesibles en PDF.
Para lectores curiosos y profes de español apunto que El despertar a quien duerme, comedia del llamado Fénix de los Ingenios, también se puede encontrar en YouTube en atractiva puesta en escena de la televisión española y, lo más interesante, que el PDF del libro todo, en la edición de 1617, está dispuesto en la Biblioteca Virtual Cervantes.
De allí transcribiré muestras de que en el tiempo de Lope —Siglo de Oro de las letras españolas—, el signo de apertura de la interrogación era prescindible. Rugero, personaje noble que se ha retirado de la corte para disfrutar la vida del pueblo sencillo, le dice a Perote, alcalde: “Pues como efcriues, y leer no fabes?”
Se habrá notado que no sólo no aparece el signo de abrir interrogación, tampoco una tilde, y que bastantes de las llamadas faltas de ortografía pueblan el endecasílabo, aunque algunas no sean precisamente errores sino usos diferentes a los de nuestro español. Son ejemplos /f/ en lugar de /s/; /u/ por /v/. En los días del Fénix de los Ingenios aún era inestable la ortografía, no estabaasentada con firmeza.
Otro ejemplo. Reflexiona e interroga Rugero: “Quien bufca folo vn punto de firmeza / en los eftados de la vida humana?”. Igual que en el parlamento antes citado, falta el signo de abrir interrogación, hay ausencia de una tilde y están trocadas /f/ por /s/ y /v/ por /u/.
Concluyamos afirmando que, en el 150 aniversario de la Academia Mexicana de la Lengua, las Academias de la Lengua buscan “un punto de firmeza” en el idioma para registrarlo, no para encadenarlo a su estado ni para petrificarlo. Creo que a nadie le gustaría confundirse con usos como los ejemplificados; o fi?