La Catrina de Plaza Mayor, escultura creada por Thalia Alcorcha que honra la tradición
En mente y manos concentra su creatividad. Es experta en cartonería; atiende ideas, moldea material reciclado y en cualquier formato plasma su arte, como un híbrido entre inventiva y tradición. Hoy la lagunera Thalia Alcorcha ha obtenido otro logro: hacer la gran escultura de la Catrina ya expuesta en el altar de la Plaza Mayor de Torreón.
Está frente a la escalinata de la plaza, observa a su catrina coronar la obra artística. A Thalia la cubre la noche y unos nervios que denotan emoción. Se confiesa conmovida. “Me da muchísimo sentimiento verla ya aquí, que se vuelva realidad después de todo lo que pasamos”.
Thalia Alcorcha inició en la cartonería al ayudar a sus dos hijas con sus tareas escolares. Pronto se percató de que dentro de ella habitaba un gran talento. Así que se apresuró a crear. Aprendió el idioma de sus aptitudes, luego lo habló y lo compartió. Fue capaz de entrar a mundos donde el papel, el alambre y el engrudo se convierten en elementos para crear relieves fantásticos. En familia desarrolló su potencial.
Primero va el boceto y una idea lleva a otra más nueva. Thalia Alcorcha asegura que manejar la cartonería le resulta sencillo, que nació para ello. “Se nos da natural. A lo mejor venimos de una familia muy creativa”. Narra que cuando camina por la calle, recoge cualquier cartón que encuentra tirado, para después llevárselo y emplearlo en algún proyecto. Incluso en Facebook cuenta con una página donde ofrece servicios para elaborar maquetas escolares.
Fue en esa red social donde dio con la convocatoria para elaborar la catrina de Plaza Mayor. No lo dudó un segundo, mandó mensaje, mostró sus credenciales y hace un mes la contactaron del municipio de Torreón. Le hablaron de la idea, la procesó. Enseguida puso manos a la obra: se imaginó la cabeza, el sombrero y las manos que sostendrán el retrato de a quien estará dedicado el altar este año: la cantante Susana Ortiz.
“Me enfoqué mucho en su cara (de la catrina), que fuera algo bonito, que no se viera de susto o algo así.
Fue de esa manera. Para crearla sólo tuvimos 15 días”.
La catrina de Thalia pesa más de 200 kilos. Tiene una base de 2 x 2 metros hecha de herrería, cartón, malla gallinera, engrudo, pintura y resistol blanco.
El cráneo está forrado con papel periódico, mientras que el sombrero es de cartón en la parte superior y tul rosa en la inferior. Los brazos tienen herrería forrada con botellas de plástico y papel periódico.
Aproximadamente 15 personas, la mayoría familiares, le ayudaron a montar la escultura. A Thalia se le entrecorta la voz al mencionarlo. Lo agradece y recuerda la osadía que fue trasladar la obra a Plaza Mayor, pues por sus dimensiones fue imposible conseguir una grúa y se buscó un remolque; Thalia lloró todo el camino.
“El Día de Muertos es algo muy bonito. Me da mucho orgullo que me hayan dado la oportunidad de que estuviera alguna escultura mía, en este día, en esta tradición. Siempre me ha gustado poner altar en mi casa para mis mascotas y personas muy queridas”.
UN GRAN ALTAR
Además de la escultura de Thalia, en el altar también hay piezas de las artistas Germania I. Estevez Santiago y Gabriela Alicia Caballero Sánchez.
El arquitecto Alejandro González, coordinador de Artes Visuales en el Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE) informó que el retrato de Susana Ortiz se colocará este viernes para el Desfile de Día de Muertos que se realizará por la noche. Mientras que la instalación del altar permanecerá disponible al público durante todo el fin de semana.
