A LA DERIVA
No sé… ¿por qué llegué a este mundo? Tal vez llegué por castigo, o tal vez llegué como un premio. El caso es que aquí nací, y desde entonces me ha tocado lidiar contra la naturaleza; me ha tocado "vivir a salto de mata". He vivido días malos y días peores. He conseguido qué comer gracias a mi perseverancia, a la paciencia y al valor que he logrado adquirir por simple instinto de supervivencia, pues de no ser así, hubiera muerto.
No es fácil sobrevivir en un mundo sin valores, violento, en donde los débiles, los que no tienen casta, los desarraigados, son victimizados por los fuertes y poderosos.
No es fácil sobrevivir en un mundo donde importa mucho la "fachada", sin importar las buenas intenciones que se traigan, pues estamos acostumbrados a juzgar por las apariencias. Y así, como luego se dice, "juzgamos a un libro sólo por su portada".
El único delito que he cometido es no tener "estirpe" y sentirme solo en este mundo; no tener a nadie que me defienda, no tener un físico impresionante… y aun pese a eso, he sobrevivido hasta el día de hoy, a pesar de todos los pesares.
No sé… ¿por qué no les gusto a algunas personas que se retiran ante mi presencia? No sé… ¿por qué me corren? o ¿por qué ni siquiera me dejan pasar por enfrente de su casa?
Cada día que paso en este mundo lo vivo intensamente, como si fuera el último. Por eso me muestro inseguro ante las pocas personas que se me acercan, y vivo desconfiando de todo y de todos. Sé que algunas lo hacen -las menos- para demostrarme su afecto; y algunas otras -las más-, para maltratarme.
Y así, de repente, crecí y me convertí en un adulto. Pocos años más tarde me encuentro con que ya soy "viejo". Mis facultades poco a poco empiezan a abandonarme; ya me afecta el frío o el calor extremo; ya mi estómago no es el mismo; mi piel está maltratada; mis reflejos tampoco son los mismos, al igual que mi paciencia. Lo que antes en mí era gracia y agilidad, ahora se ha convertido en una triste mueca, difícil de entender por los jóvenes que recién salen a la vida y que, en actitud desafiante, me reclaman el territorio.
Por todo lo anterior, es mucho más difícil conseguir mi sustento diario, a diferencia de años atrás, cuando era otra mi realidad.
No sé qué tenga el destino preparado para mí. Lo que sí es seguro es que, si anteriormente la vida me fue difícil, tengo la certeza de que empeorará entre más edad tenga.
Aun así, le agradezco al Creador que me haya puesto en este mundo, en este país y en este tiempo. Es también lo único en lo que hoy por hoy me tengo que concentrar, sabiendo que mi paso por esta vida no dejará huella, y que el día que me toque partir, a nadie le importará, pues sólo soy un "perro de la calle".
Y ahora, para terminar, una gota de filosofía:
Los amigos son aquellos que te levantan cuando los demás ni siquiera saben que te has caído.