
La Fundación Jimulco espera que lleguen lluvias para recargar acuífero
La Fundación Jimulco espera que este 2025 se registren lluvias que favorezcan las labores de recarga del acuífero que se llevan a cabo en la Reserva Ecológica Municipal Sierra y Cañón de Jimulco de este municipio, como parte de un proyecto diseñado para completar en tres años.
En octubre de 2024, se firmó un acuerdo de colaboración entre la empresa Arca Continental y la Industria Mexicana de Coca Cola, la Fundación Jimulco y el Consejo de Cuenca Nazas-Aguanaval, por un monto de 18.8 millones de pesos, para obras de conservación de suelo y agua, para el periodo de este año, 2025 y 2026.
El presidente de la Fundación Jimulco y el Consejo de Cuenca Nazas-Aguanaval, Roberto Muñoz del Río informó que los trabajos de conservación en suelo y agua abarcan una superficie total de 56 hectáreas, a lo que se suma la reforestación de las 150 hectáreas que conforman los ejidos Pozo de Calvo, La Colonia y Barreal de Guadalupe, que se ubican dentro de la zona de reserva.
El objetivo es lograr restablecer hasta 333 mil metros cúbicos de agua anuales a la subcuenca Aguanaval, mediante el mejoramiento del suelo, con la ejecución de obras tales como curvas a nivel, que son pequeñas zanjas que permiten captar el agua de la lluvia y su infiltración al subsuelo.
También se lleva a cabo la construcción de cercas para evitar que el ganado dañe las obras realizadas, muy cercanas a la cuenca baja.
Sin embargo, los resultados de estas labores están sujetos a la presencia de lluvias, pues de lo contrario no hay agua para captar y propiciar su infiltración al subsuelo, una acción fundamental para la recarga de los mantos acuíferos.
“El trabajo se está haciendo, en temporada de lluvias de 2024 sí nos tocaron buenas precipitaciones y las obras hicieron su función al retener el agua; ya después ha sido una temporada de sequía muy seria en todo el estado, esperemos que cambie y se pueda recargar el acuífero, que es la finalidad de este proyecto, según destacó.
Aún falta más de año y medio de trabajo, que se realiza de manera coordinada entre las empresas y las organizaciones con las que se firmó el acuerdo.
Zonas de protección y amortiguamiento
La zona núcleo de protección abarca los terrenos de la Sierra de Jimulco que están por encima de los 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar, con una superficie de 4 mil 614.73 hectáreas.
Se constituye por dos subtipos de vegetación (bosque y matorral submontano) en un ecosistema relicto compuesto principalmente por especies de encinos y pinos, donde se presenta una riqueza excepcional para una región característica del semidesierto, y representa el último vestigio de bosque templado de Comarca Lagunera.
Es una zona con una considerable abundancia de especies vegetales y animales, donde se puede apreciar el pino piñonero (Pinus cembroides) y seis especies de encinos (Quercus spp.) dentro de los cuales se destaca la presencia de tres especies endémicas para México (Q. coahuilensis, Q. pringlei y Q. striatula).
En esta zona es posible observar especies de mamíferos como venado cola blanca (Odocoileus virginianus), puma (Puma concolor), jabalí (Pecari tajacu), lagartijas de hábitos restringidos y aves de rapiña.
Por otra parte, la zona de amortiguamiento cubre una superficie de 29 mil 352.43 hectáreas, lo que representa el 51.33 por ciento de la superficie total del Área Natural Protegida, en la que predominan actividades humanas como aprovechamiento forestal y ganadero.
Incluye la mayor superficie del ANP que en su mayoría tiene un uso potencial forestal y como hábitat para fauna silvestre, así como el ambiente acuático en el ecosistema ripario.
En esta zona se encuentra una de las dos poblaciones de noa (Agave victoria-reginae) presentes en la Reserva Ecológica Municipal, donde su abundancia es muy alta.
Se trata de una planta endémica del norte de México y en peligro de extinción, que es característica de las laderas del desierto cuya particularidad es que sólo se reproduce una vez en la vida (condición semelpara), por lo que puede depender de condiciones climáticas muy específicas o de la abundancia de especies de fauna que ayuden en su polinización.