Roberto Escalante González, gerente general del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) de Torreón, dijo que la mitad de los pozos de agua potable están fuera de la Norma Oficial Mexicana en cuanto a los niveles de arsénico, por lo que se revisa esta problemática por parte del área de Saneamiento.
"Sí, tenemos fuera de norma alrededor de la mitad de los pozos", expresó.
Desde el 2023, el nivel máximo permitido de arsénico en el agua de Torreón debe ser de 10 microgramos por cada litro, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 127 de la Secretaría de Salud, que se centra en regular el agua para el uso y consumo humano, por lo que establece una serie de límites, siendo la del metaloide la más importante.
La norma fue modificada en el 2022, ya que anteriormente el nivel máximo era de 25 microgramos de arsénico por litro de agua, sin embargo, se determinó su entrada en vigor de manera paulatina, iniciando por un plazo de un año para las ciudades con una población de 500 mil habitantes o más, como es el caso de Torreón.
El titular del Simas señaló que se cuenta con filtros de arsénico, además de que se trabaja de manera constante y regular en estos pozos que abastecen a la ciudadanía, pero reconoció que es un 50 por ciento de las 96 norias las que presentan esta problemática en cuanto a la calidad de extracción.
Mencionó que se realizan exámenes en las áreas de laboratorio de Simas y aclaró que el agua no llega en estas condiciones a los domicilios, sino que se utilizan los filtros para evitar que así sea, de manera que el ciudadano pueda recibirla en una mejor calidad en sus tomas.
Escalante González desconoció cuántos filtros antiarsénico operan actualmente en Torreón.
Desde hace 20 años la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó reducir los niveles de arsénico en el agua a 10 microgramos por litro pero investigaciones internacionales han señalado que sería necesario reducirlo a 5 microgramos o incluso llegar a cero, ya que se ha relacionado el consumo crónico de este elemento con padecimientos como el aumento de daños renales, reproductivos, hepáticos y endocrinos.
La mitad de los pozos de agua en Torreón rebasan límite de arsénico permitido
