Terminó el sueño
Gran desconsuelo causó entre la muy leal y conocedora afición beisbolera de la Comarca, la dolorosísima derrota sufrida por el Unión Laguna en el séptimo juego de la serie semifinal por el campeonato de la Zona Norte de la Liga Mexicana de Beisbol, ante los Charros de Jalisco, cuando los Algodoneros se encontraban a sólo 2 outs de la victoria, el pasado viernes 29 de agosto.
Muy triste ese infausto descalabro cuando el equipo lagunero ya había hecho lo más difícil, es decir, recuperarse de las tres primeras derrotas consecutivas tenidas al inicio de la serie.
Perdió UL los tres primeros encuentros de la serie, pero no el ánimo. Así quedó demostrado, de manera sensacional, al ganar -se puede decir que jugando por nota- los tres siguientes encuentros de la ronda, incluidos dos de los tres en terreno del adversario, el estadio Panamericano. Para luego venir a perder en casa el séptimo y definitivo encuentro.
De no creerse que UL sólo haya ganado un juego de cuatro en casa. Y en campo ajeno dos de tres encuentros de la serie. ¿De qué sirve entonces la ventaja que se supone significa tener más juegos en casa si no se aprovecha el plus que da la localía? De nada, absolutamente al final de cuentas para nada sirvió.
¿Cuáles fueron los factores, próximos y remotos, que más influyeron para que Unión Laguna terminara perdiendo esta serie de postemporada frente a Charros? Considero que fueron los siguientes:
1. En primer lugar, la sanción impuesta al pitcher cerrador del equipo, Yoan López, por agredir a uno de los ampáyers en el tercer juego del primer playoff, contra Tijuana, efectuado en el Estadio de la Revolución el martes 12 de agosto, sanción que consistió en suspender su participación por el resto de la postemporada. Cabe recordar que durante la campaña, Yoan López fue el taponero o cerrador del equipo. Realizó 19 rescates en 23 oportunidades.
2. Ante la ausencia del cubano Yoan López, tuvo que asumir el papel de cerrador el pitcher Thomas McIlraith, quien durante buena parte de la campaña estuvo lesionado; razón por la cual sólo pudo realizar 2 rescates en 6 oportunidades. Pero le asignaron esa responsabilidad para el resto de la postemporada y además se le sobrecargó de trabajo, a grado tal que en el sexto juego lanzó las últimas dos entradas completas y en el séptimo, apenas un día después, lo hizo durante una entrada y un tercio, labor excesiva para un pitcher taponero.
No fue de sorprender, pues, que en la novena entrada, con un out, haya batallado tanto McIlraith en el turno al bate de Mateo Gil para terminar concediéndole la base por bolas y a continuación, con ese desgaste, Willie Calhoun le conectara tremendo cuadrangular por todo el jardín derecho, bueno para dos anotaciones, que puso a los Charros arriba en la pizarra 5 carreras por 4, que fue el score definitivo del encuentro.
Por curioso que parezca, fue exactamente la misma falla, y también con McIlraith, la que provocó la derrota en la serie final de 2023 frente a Puebla.
3. A diferencia del magnífico desempeño que Nick Torres -tremendo cañonero y jugador clutch de Laguna- tuvo en el primer playoff frente a Tijuana, en la serie contra Charros lo tuvieron maniatado, fue mucho menos productivo y oportuno, y se ponchó en numerosas ocasiones.
Lo anterior puede tener como explicación que el cuerpo técnico de los Charros tenía perfectamente bien estudiado a Nick Torres y detectadas sus debilidades en la caja de bateo; pero que además, éste y el cuerpo técnico de Laguna no lo percibieron como para que hiciera los ajustes pertinentes al batear.
Como dato curioso, el equipo de los Charros de Jalisco es uno de los tres clubes, de los veinte que son, que no incluye en su roster a un especialista en sabermetría, pero seguramente sí lo tiene. Y aparentemente muy acertado.
4. Otro factor que pesó negativamente fueron los errores cometidos por Jonathan Villar, a quien el mánager Offerman insistió en ponerlo a jugar la segunda base, cuando su posición tradicional en UL ha sido cubrir la tercera colchoneta. Errores costosos y que al menos significaron una de las cuatro derrotas.
Durante la temporada regular, Villar participó en 75 juegos y cometió 7 errores, es decir, en promedio una pifia por cada diez juegos. En la serie contra Charros en tres juegos incurrió en 4 errores, que se convirtieron en carreras y causaron, como ya se dijo, cuando menos una de las cuatro derrotas.
5. Quedan en el tintero varios otros factores que hicieron que Laguna perdiera frente a Charros la serie semifinal por el campeonato de la Zona Norte, pero considero que los anteriormente señalados son los más relevantes.
jagarciav@yahoo.com.mx