
Crimen organizado 'lava' dinero en redes sociales
Cuantiosas donaciones anónimas, influencers que en poco tiempo acumulan miles de seguidores con muy bajas interacciones o sorteos virtuales que prometen vehículos de lujo, son algunos de los mecanismos que el crimen organizado ha encontrado en redes sociales y plataformas digitales para lavar dinero.
No existen cifras que midan con precisión cuántos recursos ilícitos se mueven en este circuito, pero la relación entre creadores de contenido y grupos criminales parece consolidarse. Se reportó en septiembre que el Departamento de Justicia de Estados Unidos ya investiga a narcoinfluencers.
El fenómeno no es aislado. Nombres como el de Marcos Eduardo Cárdenas Castro, conocido como "Markitos Toys", y Ana Gastélum aparecieron en volantes lanzados por avionetas en Culiacán, Sinaloa, el 9 de enero pasado. El panfleto acusaba a 25 personas, entre cantantes y creadores de contenido, de financiar y colaborar con Los Chapitos. Hasta la noche de este sábado, seis de ellos han sido asesinados.
Expertos advierten que mientras el crimen organizado aprovecha más la dificultad de indagar las finanzas de los influencers, las plataformas carecen de controles para rastrear operaciones con dinero ilícito.
"El proceso de lavado de activos pasó de financiar proyectos artísticos de cantantes de corridos a influencers", explica Yuriria Rodríguez, doctora en Ciencias Penales.
Un caso reciente lo exhibió el Departamento del Tesoro de Estados Unidos al congelar bienes de Ricardo Hernández Medrano, alias "El Makabelico". De acuerdo con las autoridades, el narcorrapero compartía 50% de sus regalías en plataformas de streaming con el Cártel del Noreste. Tras ello, YouTube cerró su canal y él anunció su retiro el 11 de septiembre.
Rodrigo Álvarez, director de Inteligencia Estratégica en Ciberterrorismo del Centro Nacional de Estudios sobre el Terrorismo y su Financiamiento, sostiene que para los grupos criminales resulta más sencillo mover recursos con influencers, porque sus esquemas financieros son más opacos.
Una fuente cercana al medio de los creadores digitales describe un ejemplo: "Hay influencers que los contratan para fiestas y les pagan en efectivo. También se inflan facturas en eventos más grandes. Digamos que oficialmente les dicen que les pagarán 200 pesos, pero en realidad les remuneran 400. Así devuelven la mitad del dinero al crimen, ya limpio y facturado".
Isaac López, fundador de Layer 2, consultora en criptoactivos, detalla que el blanqueo no se limita al dinero: "Pueden recibir pagos en bienes vinculados al narcotráfico, como inmuebles, autos de lujo, joyería, criptomonedas, obras de arte".
Los criminales también aprovechan la dificultad de asignar valor a servicios creativos.
Michel Levien, director del buró anticorrupción Streiner, ejemplifica con el caso de anuncios o menciones orgánicas que suelen cobrar los influencers, lo que abre la puerta a pagos arbitrarios.
Los especialistas entrevistados coinciden en la urgencia de crear un marco normativo robusto a nivel internacional que ponga freno al lavado digital de activos, pues advierten que "el dinero y mundo digital se mueven más rápido que las regulaciones".