Los líderes europeos mantuvieron ayer sábado en los márgenes de la cumbre del G20 consultas de urgencia para tratar de cambiar junto a Ucrania en las reuniones que tendrán lugar hoy domingo en Ginebra el plan de paz del presidente estadounidense, Donald Trump, del que rechazan varios puntos.
"Las guerras no pueden terminarse por las grandes potencias pasando por encima de las cabezas de los países afectados, sino que esta es una guerra que solo puede terminarse con el consentimiento de Ucrania y también con nuestro consentimiento, el consentimiento europeo", resumió el canciller alemán, Friedrich Merz, el sentir europeo y ucraniano sobre el plan de 28 puntos que se conoció la víspera y al que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, debería (en un principio) responder hasta el jueves.
Por su parte, Donald Trump aseguró ayer sábado que su plan no es su "última oferta" para Kiev.
Las reuniones se sucedieron en la sede de la cumbre del G20, la primera oportunidad que tenían los líderes europeos de hablar cara a cara del plan, que les cogió por sorpresa, porque no fueron consultados sobre un asunto vital para el Viejo Continente.
Merz se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Keir Starmer, mientras los líderes de Finlandia, Alexander Stubb, y de Noruega, Jonas Gahr Støre, se conectaban desde el G20 a una videoconferencia con Zelenski y sus homólogos bálticos.
Además, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, había convocado a su homóloga de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a los líderes de nueve países europeos presentes en la cumbre, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y dos países del G7 no europeos (Canadá y Japón) a una reunión.