Los looks en el primer tráiler de 'El diablo viste a la moda 2'
Han pasado casi dos décadas desde que "El diablo viste a la moda" redefinió la relación entre moda y cine. Su primer tráiler de secuela confirma lo inevitable: Miranda Priestly y Andy Sachs regresan para recordarnos que el estilo también puede ser un arma. En apenas unos segundos, las siluetas, los estampados y los gestos bastan para dejar claro que la moda vuelve a ocupar el lugar que le pertenece: el de protagonista.
Los looks de Miranda Priestly y Andy Sachs
Miranda Priestly, interpretada por una impecable Meryl Streep, hace su entrada con una lección de sofisticación calculada. Su look combina una falda midi de seda con estampados de cuadros y pata de gallo, firmada por Libertine, con una blusa negra cruzada y un cinturón rojo de cuero que rompe la monocromía con una precisión quirúrgica y los ya virales tacones rojos de Valentino. Las gafas de sol XL son su sello final, una especie de armadura que mantiene intacta su aura de autoridad.
Es el tipo de outfit que podría aparecer tanto en la primera fila de un desfile en París como en la portada de Runway, la ficticia revista que dirige. Poder, control y un mensaje: Miranda sigue dictando las reglas del juego.
Del otro lado, Andy Sachs —Anne Hathaway— encarna la evolución perfecta. Atrás quedó la ingenuidad de la asistente; su presente se viste de raya diplomática, en un conjunto de Jean Paul Gaultier que combina chaleco entallado y pantalón fluido. El chaleco combinado con blanco por la parte de atrás rompe el protocolo y deja ver un aire más libre, más dueño de sí.
Complementa con botines de punta, bolso estructurado y joyería mínima. Es un look que respira independencia, una mezcla entre tailoring masculino y energía femenina moderna.
En conjunto, los estilismos revelan más que nostalgia: son un manifiesto de poder visual. La pata de gallo y la raya diplomática —dos estampados clásicos del armario ejecutivo— se reescriben desde la mirada de dos mujeres que ya no necesitan pedir permiso.
El diablo, está claro, sigue vistiendo impecable.