
Investigadora. La doctora Lucrecia Solano Martino en el diplomado en Historia de Coahuila.
La historia envuelve a la doctora Lucrecia Solano Martino. Se le nota en cada respuesta e intervención ante la clase. El pasado fin de semana visitó Torreón para impartir el módulo 7 del Diplomado en Historia de Coahuila, una iniciativa académica impulsada por el Archivo Municipal, la Academia Nacional de Historia y Geografía (ANHG) y el Centro de Investigación de Ciencias Sociales (CICS) de la UAdeC.
Aunque la historiadora dejó la docencia hace tiempo, aceptó compartir sus conocimientos en el diplomado, pues le resulta un proyecto valioso y oportuno. Su tarea fue hablar sobre momentos específicos de los primeros años de la Revolución mexicana. Autora de libros como ‘La muerte de Venustiano Carranza: Entre los recuerdos del porvenir’, Solano Martino posee una voz empapada en la materia.
“En esta participación voy a presentar desde la gubernatura de Carranza.
Aunque primero será el Pacto de la Embajada, que es toda la Decena Trágica de Madero y Pino Suárez. Y a partir de la Decena Trágica vamos a proceder a hablar de Venustiano Carranza y cómo fue que se organizó con el Ejército de las Fuerzas, que no son las federales, para estar preparado y combatir a Victoriano Huerta”.
Coahuila fue clave para la Revolución Mexicana en esos primeros años del siglo XX. Lucrecia Solano enfatiza en personajes como Francisco I. Madero y Venustiano Carranza, y afirma que cada uno de ellos, en su momento, tuvo un objetivo y prioridad precisa sobre las acciones que pretendían ejecutar para mejorar la nación.
“En el caso de Francisco I. Madero, su objetivo principal era la democracia, por eso le llaman El Apóstol de la Democracia, con su frase famosa: ‘Sufragio efectivo, no reelección’.
[…] Más adelante, después de su gobierno, que dura poco, y todas las traiciones que vamos a ver, llega Venustiano Carranza, otro coahuilense, con otra prioridad fundamental: derrocar al usurpador Victoriano Huerta, el traidor que mandó asesinar a Madero y a Pino Suárez”.
Durante la sesión, realizada en el edificio de Coordinación de la UAdeC Unidad Laguna, y tras la intervención del maestro Jorge Tirzo Lechuga, Solano Martino revisó junto a los alumnos los puntos que componen al Plan de Guadalupe, proclamado el 26 de marzo de 1913, en la Hacienda de Guadalupe ubicada entre Saltillo y Monclova, para desconocer al gobierno de Victoriano Huerta.
La investigadora aclaró que en estos momentos del levantamiento no se habían abordado a fondo propuestas de políticas sociales. Carranza declararía que eso lo vería después de vencer a Huerta.
“Ya que lo pudieron derrocar, sigue convocar a la Convención de Aguascalientes para, entre los distintos grupos que están en la Revolución, tratar de ponerse de acuerdo en quién va a gobernar y cómo le van a hacer. Después de que Carranza lleva un plan paralelo a los resultados de la Convención de Aguascalientes, él como jefe del Ejército Constitucionalista. Se convoca a elecciones en 1916 y gana como presidente y empieza la conformación de la nueva Constitución”.