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Maciel y Netflix: cortina de humo

El lanzamiento de esta serie parece un esfuerzo no para denunciar un acto criminal y abominable, sino para difuminar la atención sobre los juicios que en este momento se siguen llevando contra el líder de la secta mexicana La Luz del Mundo.

Maciel y Netflix: cortina de humo

Maciel y Netflix: cortina de humo

ENRIQUE SADA SANDOVAL

Hace más de catorce años, mientras cursaba mi primer posgrado, tuve la suerte de acceder a la biblioteca Mariano Cuevas de la Compañía de Jesús: un fondo documental perteneciente a esta gran orden religiosa que no solo evangelizó lo que ahora es el norte de México y sur de los Estados Unidos, sino que también fue la vanguardia espiritual e intelectual de la Iglesia en su momento y autora de la Primera Ilustración Mexicana.

Entre su enorme riqueza compuesta por manuscritos, libros, documentos originales y copias certificadas del gran jesuita e historiador académico del que recibiera el nombre, se encontraba también el Archivo Secreto de los Jesuitas. Dado el morbo que suscita esta palabra a cualquiera (sea o no investigador) pedí permiso para acceder a él, siéndome autorizado para sorpresa mía.

Nada sórdido ni oculto había respecto a la Compañía en tanto si había documentos y correspondencia relaciona dos con el gran enemigo en vida que tuvo la orden desde el seno de la Iglesia misma: el criminal Marcial Maciel.

Dentro de lo encontrado, se sabe que a Maciel se le había rechazado el ingreso a la orden debido a sus trastornos mentales. Este se vengó creando su propia carica tura de los jesuitas al fundar a los Legionarios de Cristo, quienes, empoderados por su cercanía con el Vaticano —concretamente con el nuncio Ángelo Sodano—, amenazaron con destruir la Compañía de Jesús. Los jesuitas se reservaron toda prueba documental contra este monstruo salvo que la orden estuviera en peligro de desaparecer, pero con una certeza final: que Dios no permitiría que Maciel y sus cómplices quedaran impunes para siempre.

Este vaticinio ocurrió finalmente una vez que Juan Pablo II falleciera y tras el ascenso de Benedicto XVI, quien expuso y degradó públicamente al fundador de la Legión y a sus cómplices, sin que Sodano —cuyo hermano realizó grandes negocios construyendo todas las instituciones y universidades de Maciel en México— interfiriera negando o desestimando como “calumnias” los crímenes ante el papa en turno.

Este año la cadena Netflix estrenó un documental, más amarillista que informativo, titulado Maciel. El lobo de Dios, donde en vez de hacer recuento de fuentes documentales serias como las referidas o citar documentos del Archivo Vaticano —como aquel en que el heróico Papa Pío XII estuvo a punto de disolver a los Legionarios antes de morir—, recurren a lo que ya se ha dicho o a personas ignorantes en materia histórico-religiosa —como Carmen Aristegui—, sin aportar algo a lo que todos ya sabemos sobre este sociópata.

Sin embargo, dada la tendencia ideológica de dicha plataforma, uno no puede menos que pensar lo peor. Recordemos que, lejos de oponerse a la pedofilia o al abuso de menores, Netflix promovía la misma desde el lanzamiento de series y películas como Cuties y Call me by your name, sin omitir los muy oscuros lazos que vinculan a esta compañía con otros depredadores sexuales como Harvey Weinstein y Jeffrey Epstein, cuyos escándalos y red de prostitución infantil llegó a tocar hasta al príncipe Andrés de Inglaterra, lo mismo que con personajes sórdidos y corruptos como los Clinton, vinculados con Netflix no sólo ideológicamente —a través del marxismo cultural y su cultura “woke”—, sino también de manera comercial y hasta por parentesco.

El lanzamiento de esta serie no aporta nada nuevo y parece un esfuerzo confeccionado como traje a la medida, no para denunciar un acto criminal y abominable que, por su naturaleza misma, merece todo el peso de la ley y justicia para sus víctimas, sino más como una muy oportuna cortina de humo para difuminar la atención sobre los juicios que en este momento se siguen llevando contra el líder de la secta mexicana masónica-gobiernista de corte protestantoide La Luz del Mundo, cuyos delitos, iguales a los de Maciel, datan desde su fundador Eusebio Joaquín González, abuelo de Naason Joaquín García, quien dispone de influencia: miembros y pastores en el Senado, el Congreso y la actual administración federal, misma que le rindió hasta un homenaje en el Palacio de Bellas Artes el sexenio pasado.

Correo-e: enrique.sada@hotmail.com

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