En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, las madres y padres de las víctimas de feminicidio y que forman parte del colectivo Madres Poderosas, salieron a la calle para hacer entrega de un lazo naranja a transeúntes y conductores, para visibilizar que el problema de la violencia puede terminar en un feminicidio como le sucedió a sus hijas. Pero que también puede terminar con la vida de las mamás de las víctimas.
Al momento dos Madres Poderosas son las que han perdido la batalla contra el dolor que les dejó la pérdida de sus hijas.
Fue en el Antimonumento que levantaron en la esquina de Prolongación Colón y bulevar Revolución en el 2021, donde iniciaron su campaña desde las 9:30 horas de este 25 de noviembre, en donde muchos de los conductores aceptaron su lazo naranja y otros tantos dijeron que no e incluso ni permitieron que las mamás explicaran el por qué de esta movilización.

También colocaron dos grandes lonas con las fotografías de aquellas mujeres e incluso niñas, cuyas vidas fueron apagadas por aquellos hombres que algún día les juraron amor y cuidarlas para siempre, entre ellas: Ana Karen, Claudia Alejandra, Berenice, Dalia, Cecilia, Danna, Sharon, Perla, la pequeña Milagros y otras más algunas más.
María Elena de la Fuente Cepeda, vocera del colectivo, es madre de Cecilia Eguía de la Fuente, asesinada en el 2014 por el padre de sus tres hijos, comentó que el 25 de noviembre es un fecha que no quisieran vivir pero que es el resultado del machismo que aún se sufre en el país.
La madre poderosa consideró que a partir del clima de inseguridad que se vivió en la región y en gran parte del país, los casos son cada vez más violentos, crueles.
Desde su experiencia, considera que es necesario educar a las nuevas generaciones desde que son pequeños, “desde que están chiquitos para que crezcan con el que a las mujeres se les debe de respetar, que se nos debe de tratar con cortesía con respeto, pero hay que fomentar esa cultura de la no violencia”, recalcó.
Antimonumento
De la Fuente, recordó el objetivo del Antimonumento: "significa que el Gobierno voltee a ver todas las que van (las víctimas) y que se tomen medidas, acciones…". Y es que son más de 30 las cruces rosas que se han colocado en este lugar con el nombre de cada una de las víctimas, y las cuales han ido creciendo rápidamente.
Otro de los "daños colaterales" del feminicidio, es el dolor que dejan en los hijos, pero sobre todo en las madres, que no todas logran levantarse. "Ahorita tenemos dos decesos de dos madres poderosas, de los dos feminicidios que se registraron el año pasado, fallecieron de tristeza… que haya una ley donde diga que esa muerte de esa madre es un daño colateral del feminicidio… no todas somos fuertes… algunas se dejan morir", dijo María Elena de la Fuente.
Se trata de Cecilia, madre de Cecilia Ponce, y Karla, mamá de María Fernanda Jaramillo, ambas asesinadas en el 2024.
Madres de víctimas de feminicidio salen a las calles para crear consciencia sobre la violencia