Aunque el frío se sintió con fuerza, posibilidad de lluvia es mínima.
El arranque de 2026 encuentra a México en un periodo de máxima prudencia. El panorama laboral está definido por la incertidumbre externa, el aumento de los costos operativos y el desafío persistente de la informalidad, factores que obligan a empresas y trabajadores a enfrentar un año más conservador en sus expectativas.
De acuerdo con el análisis de Alberto Alesi, director general de ManpowerGroup para México, Caribe y Centroamérica, el escenario dista de ofrecer certidumbre. "Si se mantiene la tendencia observada en 2025, 2026 será un año notablemente más conservador", advierte. Las decisiones empresariales se tornarán cada vez más cautelosas, con un monitoreo constante de la productividad y de los factores macroeconómicos que inciden en la estabilidad del empleo.
La propuesta de reducir la jornada laboral a 40 horas semanales se perfila como uno de los temas definitorios para el ámbito empresarial en los próximos cinco años. Aunque la medida busca mejorar las condiciones de los trabajadores, también implica un aumento considerable en los costos.
Según Alesi, muchas Pequeñas y Medianas Empresas podrían verse obligadas a contratar más personal, lo que se traduciría en un incremento de entre 10 y 15 por ciento en los costos laborales y hasta más de 30 por ciento en los costos operativos en algunos sectores. La implementación gradual, proyectada entre 2027 y 2030, permitirá realizar pruebas piloto y ajustes progresivos, pero el gran reto será mantener la productividad en un escenario de menos horas y más plantilla.
Aunque el balance de empleo formal en 2025 fue positivo, con una estimación neta de entre 40 mil y 150 mil nuevos puestos, este resultado estuvo influido por la incorporación de trabajadores de plataformas digitales al Instituto Mexicano del Seguro Social. Sin ese efecto, las cifras hubieran sido menores o incluso negativas.
El verdadero reto sigue siendo la informalidad, que abarca a más del 55 por ciento de la población ocupada. Con más de un millón de personas que se integran cada año a la población económicamente activa, el país no está generando suficientes empleos formales para absorber este crecimiento, lo que empuja inevitablemente a miles de trabajadores hacia la informalidad.
La relación comercial con Estados Unidos es otro foco de inquietud. La amenaza de nuevos aranceles y el inicio del proceso de renegociación del T-MEC generan incertidumbre fundamental para la economía mexicana.
De cara a 2026, la cautela laboral es evidente: 13 por ciento de los empleadores se muestran inseguros sobre posibles modificaciones en sus plantillas. Además, la capacidad del país para atraer o expandir inversiones dependerá de contar con certeza jurídica, seguridad física y acceso garantizado a recursos esenciales como agua, energía e infraestructura.
ManpowerGroup concluye que el mensaje para el inicio de 2026 es de prudencia. No se anticipa un escenario negativo, pero sí uno marcadamente más cauto. La trayectoria del empleo estará determinada, en gran medida, por el resultado de la renegociación del T-MEC, la política comercial estadounidense y la capacidad de México para generar certidumbre interna en un entorno global de alta volatilidad.
