EL FUNCIONARIO DE LA 4T, CON MAYÚSCULA, LE ORDENÓ AL CIUDADANO, CON MINÚSCULA:
-Di un número del uno al 10.
Arriesgó el ciudadano:
-Dos.
-¡Tres! -dijo inmediatamente El Funcionario-. ¡Te gané! Di otro número:
-Ocho -aventuró el ciudadano.
-¡Nueve! -replicó El Funcionario-. ¡Te gané otra vez!
Se atrevió a decir el ciudadano:
-Ahora yo diré el número. Diez.
Y dijo El Funcionario.
-¡Uno! Te gané de nuevo. Esta vez ganaba el que tenía el número menor.
Entonces el ciudadano supo que no ganaría jamás, fuera cual fuere el número que escogiera. La 4T ya se había adueñado de todos los números.