El maestro de escuela de aquel pequeño pueblo pasó en España sus vacaciones de verano, y volvió luciendo capa española, boina vasca, y hablando con ceceo al modo de los peninsulares. Fue a la cantina del lugar y le dijo al tabernero: -Venga, chaval. Escancia un chato de tu vetusta cava.
El cantinero, atufado, le contestó: -Mire, profesor: usted tiene una hermana coscolina, y yo nunca le he dicho nada.
Los cuentos populares son sabrosos. Éste que acabo de narrar lo tengo registrado con año, mes y día. Lo escuché en el Club “El Pájaro”, de Monterrey, el miércoles 16 de julio del año 2008. Ahí pasé ratos inolvidables en compañía de amigos queridísimos: Lalo González, “El Piporro”; Ernesto “El Chaparro” Tijerina; Rafael Domínguez, que cantaba como nadie “Estoy pensando en ti”, de Lara; don Baldomero Garza, criador de reses bravas; el Pepón: Jorge Pedraza; el doctor Carlos González, autor de la preciosa canción “Ojos cafés”.
No se han ido porque están en el recuerdo. Ahí vivirán siempre.
¡Hasta mañana!...