ÁTICO
"No estoy seguro de que yo exista, en realidad. Soy todos los autores que he leído, toda la gente que he conocido...". Jorge Luis Borges
En tiempos turbulentos proliferan los libros que intentan explicar la naturaleza del problema y sus implicaciones. Algunos parten de la premisa de que el statu quo es insostenible, en tanto que otros se abocan a proponer la necesidad de modificar lo existente. El entorno, y la incertidumbre resultante, favorecen posturas extremas, pero también estudios profundos y visionarios. Este año Hal Brands publicó El siglo de Eurasia, un texto interesante en el que el autor diagnostica la geopolítica de la región más grande del mundo. Además de explicar la forma en que interactúan las dos grandes potencias de esa parte del planeta, el autor da una clase brillante sobre los principales pensadores geopolíticos del siglo XIX y XX: Mackinder, Alfred Thayer Mahan y Nicholas Spykman.
El momento que estamos viviendo me recordó el planteamiento de George Friedman en un libro(i) que salió durante la pandemia intitulado La tormenta antes de la calma, cuyo argumento es que el mundo experimenta cambios fundamentales cada cincuenta años y que esta década experimentaría grandes desajustes antes de entrar en una nueva era de crecimiento y desarrollo. Su lectura es que Estados Unidos ha experimentado periodos similares cada medio siglo desde su fundación y que Reagan en los ochenta constituyó una etapa similar después de la gran depresión en los treinta. A la luz de lo observado este año, diría Friedman, Trump representa un factor disruptivo en buena medida porque no tenía alternativa, pero anticipa un periodo de reconfiguración positivo.
Este año leí un libro que me recordó mis años de formación. Se trata de Identidades antiguas, Estado moderno. Episodios de historia mexicana,(ii) un libro póstumo de mi gran maestra Margarita Carbó. Se trata de un conjunto de ensayos sobre temas básicos de la historia de México, especialmente del cardenismo, pero también incluye episodios del primer siglo de independencia y uno sobre la Revolución Francesa. La maestra Carbó tenía un estilo muy especial de enseñar su materia, forzando a los estudiantes a entender y pensar sobre los procesos históricos y sus implicaciones tanto sociales como políticas. Cada uno de los ensayos contenidos en este volumen tiene esa misma característica: obliga a meditar la historia y a comprenderla sin adjetivos innecesarios. En esta era de ficción histórica oficial emanada del anterior presidente, libros como el de la maestra Carbó resaltan por su seriedad y trascendencia.
Claudio Lomnitz, un brillante antropólogo que se ha dedicado a desnudar algunas de las peores lacras que caracterizan al país en esta era de violencia, extorsión e ilegalidad. Ha publicado varios de sus ensayos en la revista Nexos y acaba de publicar un libro, Soberanía y extorsión(iii) que reúne sus conferencias ante El Colegio Nacional, una publicación imperdible porque les da sentido a nuestros dilemas, especialmente la partición del país en dos mundos que, aunque conviven geográficamente, son radicalmente distintos: uno que vive al amparo de las reglas que establece el T-MEC y que implican altos niveles de salarios y creciente productividad; y el otro que vive bajo el reino de la violencia, la informalidad y la extorsión. Pero lo relevante es que son dos realidades que coexisten en el mismo lugar a lo largo y ancho del territorio nacional.
Josef Braml y Mathew Burrows argumentan en El mundo que viene(iv) que un mundo multipolar, si es que ha de sobrevivir en paz, requerirá mucho mayor interacción, negociación y cooperación entre las potencias para poder resolver problemas complejos (como el clima) y, sobre todo, evitar conflagraciones militares. "La globalización se ha fragmentado en cadenas comerciales fundamentadas en la agregación de valor; el nacionalismo está creciendo en todas partes y las grandes guerras entre Estados han regresado, al tiempo que el desplazamiento de Occidente a Oriente, junto con la aceleración de una cantidad vertiginosa de tecnologías no probadas".
Robert Kaplan acaba de publicar quizá el texto(v) más pesimista sobre el futuro de la humanidad y los desafíos que enfrenta que le haya yo leído. En Tierra baldía el agudo observador del devenir político plantea que estamos viviendo el equivalente de una segunda república del Weimar, un mundo en que el cambio cultural y político es brutalmente rápido y en el cual todo concepto de autoridad se ha ido erosionando o perdiendo. Su preocupación no es, como ocurrió en la Alemania de la primera mitad del siglo XX, un creciente retorno a las autocracias, sino al caos.
Timothy W. Ryback escribe en Takeover (Golpe) la forma en que Hitler ascendió al poder y transformó a Alemania sin contar con los votos ni el mandato de la ciudadanía. Libro estrujante que va describiendo, paso a paso, la forma en que se destruye una democracia que gozaba de todos los elementos -libertad de expresión, debido proceso, derechos civiles, referéndum- que se asocia con una democracia consolidada. Este libro confiere sustento al argumento de Kaplan sobre las debilidades de la República de Weimar.