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Música en un suspiro

MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

Imagina que estás en la típica reunión familiar de domingo, y estás contento porque uno de tus hijos acaba de terminar su carrera de 11 años en el conservatorio de Ámsterdam. Le pides que muestre su destreza y domino alcanzado. Ante el asombro de todos, abre el estuche y saca un violín, o un cello o levanta la cubierta del piano. "¡Oh…¡" dicen todos, "¡Valieron la pena esos 11 años de estudio…!, ¡bravo, bravo!".

Sin embargo, qué pasaría si tu hijo en cuestión sacara una flauta dulce o de pico. Estoy seguro de que todos exclamarían: "¡ah mira!, como la que todos tocamos en la secundaria, ¿verdad…?", seguido de otro comentario como, "las venden en las papelerías y son baratas verdad...?, aunque el peor de los comentarios sería: "¡11 años para tocar esa flautita!", y bueno, la verdad es que en muchos conservatorios la licenciatura en flauta de pico es más larga que la de violín o piano.

Como no forma parte de los instrumentos de una orquesta sinfónica, la gente la ubica más bien en ensambles barrocos o en piezas solistas…, o en la secundaria… La flauta de pico o dulce, es uno de los instrumentos musicales más antiguos.

Fabricadas de hueso, piedra y madera, prácticamente podemos encontrarla en casi todas las culturas de la antigüedad. La palabra "flauta" proviene del latín "flautus" que significa "aire, soplo o aliento". Por su sencillez y relativa facilidad de construcción, la flauta se convirtió en un instrumento típicamente pastoril, y ya en el Renacimiento, era la más fiel acompañante de juglares y trovadores al relatar sus leyendas y en sus acrobáticas danzas. Para tener un espectro de voces mayor, los ensambles de cámara requirieron de una familia competa de flautas de diferentes tamaños.

Así surgieron motetes, canciones seculares, fantasías y canzonas. En el siglo XVI un típico ensamble estaba conformado por una flauta alto en G, dos flautas tenor en C y una flauta bajo en F. Vale mencionar que Enrique VIII, era un buen flautista y llegó a conformar una bella colección de 76 flautas de múltiples, tamaños, materiales y formas. Ya para el siglo XVII, la estética de facto demandaba delicados matices, expresiones y pasajes virtuosos. En la ópera de éste período, la dulzura del sonido de la flauta era asociada con el erotismo y la pasión extrema.

Haendel simbolizaba con ella la inocencia del pastor, la incertidumbre de la muerte, y el misterio de lo sobrenatural. Telemann, Scarlatti, Benedetto Marcelo y Antonio Vivaldi escribirían sonatas para solo de flauta, así como conciertos para solista y ensamble de cámara. J.S. Bach escribe un obligado de flauta en sus conciertos de Brandenburgo No. 2 y 4.

Aunque en el siglo XVIII, fue muy popular entre el músico diletante, la flauta cayó en desuso en los períodos clásico y romántico.Se llegó a afirmar que no era poco caballeroso hacer música con la boca. Fue hasta 1900 cuando el alemán Karl Orff, propusiera la flauta como una herramienta básica para desarrollar el ritmo, el pensamiento abstracto y creativo, haciendo de la educación algo más efectivo y divertido.

La flauta de pico es noble, sensible y sobre todo sencilla, que no simple. He ahí su gran poder. Hacer de lo sencillo algo profundo y trascendente.

¡Verdad que no cualquiera podría tocarla…!

Música en un Suspiro.

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