Richard Wagner, es un compositor que difícilmente aceptaría parangón alguno, pues, más que música, creo una cosmogonía, una visión del mundo, una religíón.
Buscaba crear una nueva Fe basada en el Nibelungenlied o Cantar de los Nibelungos.
Comparable con el Cantar del mío Cid español o con el Cantar de Roldán francés, el Cantar de los Nibelungos presenta leyendas y justas de pueblos germánicos, inmersas en un cúmulo de creencias mitológicas y arquetipos que le darían unidad a la cultura germana.
A lo largo de 26 años, entre 1848 y 1874, Wagner escribiría la música y el libreto de la Tetralogía El Anillo de los Nibelungos, que sería, según él, la base de una nueva mitología y futura religión para los alemanes.
En ese sentido, el mensaje debería ser claro, profundo y contundente, por ello Wagner hizo que los diálogos fueran tan importantes como la música misma. Para ello Wagner se apoya en el Leitmotiv, es decir una idea musical compuesta por un tema brevísimo o de un simple acorde.
Así pues, con el objetivo de reforzar las ideas, pueden encontrarse más de 100 Leitmotiven en la Tetralogía. La orquesta ya no sería un mero acompañamiento, sino que sería responsable de proyectar los pensamientos de los personajes.
La Tetralogía está compuesta por: El Oro del Rin, Las Valquirias, Sigfrido y El Crepúsculo de los Dioses. Wagner hizo del Cantar de los Nibelungos una especie de "Ilíada teutona", para así en su Tetralogía, hacer de los personajes, entes arquetipos ideológicos.
Wagner crea lo que él mismo denomina, el Gesamstkunstwerk, u, obra de arte total que permita la máxima expresión posible de los sentimientos humanos, despertando su sensibilidad; así y sólo así podría trascender la humanidad.
A manera de introducción a este drama, es preciso conocer a los protagonistas: Las Ondinas. Son una especie de sirenas, hijas del Río Rin, que habitan en el fondo de éste con el objetivo de resguardar el Oro, bello y puro sin valor dinerario. Alberich es el jefe de los Nibelungos y ser vil capaz de intercambiar el amor por riquezas materiales. Mime, hermano de Alberich, es un orfebre que sólo trabaja con la intención de hacer más y más dinero. Wotan, es el Dios supremo, todopoderoso y centro de toda la Epopeya, padre de Brunhilde y de sus hermanas las Valkirias. Su esposa es Fricka, diosa del matrimonio por contrato o conveniencia, no por amor. Freia es la portadora de las manzanas que dan inmortalidad al que las coma. Loge es el Dios de fuego. Erda es la Tierra, Diosa de la Naturaleza.
Fafner y Fasolt, son dos gigantes que sólo buscan ganar con su trabajo satisfacer el deseo una mujer. Son tan viles y tontos que fácilmente la intercambian el hecho de poseer el Oro, sin intenciones de poder ulterior. Los Nibelungos. Es el pueblo trabajador productor de joyas y alhajas. Sigmund y Siglinde son hijos de Wotan que cometerán incesto para dar a luz a Sigfrido. Sigfrido será el héroe o súper hombre de Wagner que busca destruir el viejo orden mundial sustituyendo el poder por el amor sincero. Pues bien, las cartas están echadas.
La Tetralogía El Anillo de los Nibelungos buscará ante todo dejar de manifiesto que el deseo de poder, simbolizado por el Anillo, impedirá que el hombre puede encontrarse en el amor. ¿Están listos? Iniciemos con la primera de las 4 óperas: El Oro del Rhin…, pero ello será hasta el próximo Suspiro.