
Nadia recuerda a sus bebés, quienes tuvieron un paso fugaz por su vida
Este 15 de octubre, Día Internacional de la Pérdida Perinatal y Gestacional, Nadia recuerda a Maya y a Tiago, sus hijos que tuvieron un paso fugaz por su vida.
Su partida, la impulsó para adentrarse en el mundo del deporte, y hacer del atletismo, la terapia que la ha llevado a conquistar competencias pero sobre todo a unir esas piezas que el dolor rompió por dentro.
A tres años de su dolorosa experiencia, Nadia compartió su historia. Después de casi diez años de haberse convertido en madre por primera vez y haber pospuesto un nuevo embarazo por diversas circunstancias, el resultado positivo en una prueba de embarazo, llegó.
La felicidad no solo era de ella y de su esposo sino también de su hijo quien tenía la ilusión de tener un hermano.
Durante el primer trimestre todo transcurría con normalidad hasta que se presentó una amenaza de aborto, la cual se controló. Las semanas se fueron acumulando mientras su vientre crecía.
Poco antes de la semana 20, la familia organizó una pequeña revelación pues el mundo aún se enfrentaba a los efectos de la pandemia por el COVID-19. Era una niña la que esperaban con toda la ilusión. La nombrarían Maya y sería la hermana menor de su hijo ya adolescente.
Pero justo una semana después, todo cambió. Nadia salió de casa rumbo al consultorio de su médico, y su hijo se quedaría en casa para esperarla y comer juntos.
La revisión comenzó cuando de pronto el semblante del médico cambió y apagó el monitor. En busca de las palabras adecuadas y menos dolorosas, el médico le dijo, su corazón dejó de latir. En ese momento, Nadia no dimensionaba la situación, tanto que le preguntó al médico si no había nada más que hacer, a lo que él respondió que no.
Y es que un mes atrás, su bebé se movía de un lado para otro en su vientre, y todo parecía marchar con normalidad, por lo que la noticia fue complicado para digerirla.
Al salir del consultorio, llamó a su ginecóloga particular, quien le pidió que acudiera con ella para valorarla. Después de una nueva revisión, confirmó que ya no había latido y le explicó el procedimiento a seguir.
“Como tu bebé ya está grande, está completa, necesitamos provocarte un parto,. Te voy a dar un medicamento y te va a provocar contracciones, me da indicaciones”, compartió. Mientras la doctora la daba las indicaciones, en su mente se preguntaba si se la entregarían, si la podría conocer, un sinfín de dudas.
Al salir, llamó a su esposo quien se encontraba de regreso de un viaje de trabajo. Fue por llamada, que le informó sobre su pérdida, noticia que lo hizo estallar en llanto.
Pero lo más difícil para ella, fue darle la noticia a su hijo. Después de cenar, decidió que sería el momento ideal. “Le digo: tengo que platicarte algo, y me pregunta ‘le pasó a mi hermanita’, mi amor, la bebé está aquí en mi pancita pero ella ya no está con nosotros, está en el cielo”. La reacción de su hijo fue tirarse al suelo y llorar, “eso fue para mi muy doloroso, lo abrece hasta que se tranquilizó”.
Del adiós
Como parte del proceso, la ginecóloga la pidió que se aplicara un medicamento, pues tendía que provocar un parto para que pudiera expulsar a su pequeña de mas de 20 semanas de gestación. Y así fue.
En el quirófano, Nadia tuvo la oportunidad de conocerla, la tenerla entre sus brazos unos momentos, para después caer en un sueño profundo para continuar. Su esposo, mientras tanto tomó algunas fotografías para recordar su rostro.
El cuerpo de la pequeña, debido a las semanas con las que contaba, fue posible se les entregara para después llevarla a cremar. Sus cenizas aún permanecen en casa.
Una nueva pérdida
En el 2023, una nueva ilusión llegó a sus vidas. Un nuevo embarazo llegaba a la familia de Nadia. Sin embargo, la situación fue casi similar. A los tres meses de gestación, su corazoncito también dejó de latir.
Esta vez, se logró expulsar el saco completo lo que permitió estudiarlo y conocer las causas de las pérdidas registradas. Un mal congénito fue la causa, y lo que le permitió tomar la decisión de no buscar más un nuevo embarazo.
Después de estas experiencias, encontró en las carreras atléticas tranquilidad, como una terapia para poder aliviar su dolor.
“Algo que he aprendido desde el 21 a la fecha, en estos cuatro años con la pérdida de mis dos veces, es alzar la voz y validar ese dolor que antes se anulaba, antes no se hablaba de eso, incluso nadie sabía. Yo me he dedicado a hacerlo extensivo en mis redes sociales”, gracias a ello, asegura que muchas conocidas le han dado a conocer su experiencia, que mantenían como algo secreto pero que en el fondo las hacía sufrir.
Nadia, quien está decidida a continuar con sus carreras, compartió que el año pasado durante la primera carrera del Día de la Madre que organizó el grupo Mamis Estrellas de Amor, del cual forma parte, en el 2024, lo hizo portando unas alas de ángel, en memoria de sus dos pequeños.