La sorpresiva reaparición en las redes sociales del ex presidente Andrés Manuel López Obrador con motivo de su nuevo libro "Grandeza", desató las más disímbolas reacciones políticas ya que en su video de 49 minutos de los que menos habló fue de dicha publicación.
En lugar de comentar los pormenores del largo mensaje, transcribo la siguiente carta para López Obrador que espero llegue a sus manos:
No tengo el gusto de conocerte, cuando me mudé a Tijuana en 1999 y años después al sur de California, tu iniciabas tu larga carrera para alcanzar la Presidencia de México que por azares del destino conseguiste finalmente en el 2018.
Pero he seguido muy de cerca tu trayectoria y te confieso que he sido un crítico contumaz de tus acciones con algunas escasas excepciones.
Te hablo de tú no por falta de respeto, sino porque ya no tienes la investidura presidencial y porque además sé que prefieres la informalidad a la urbanidad excesiva.
Debo iniciar por criticar tu forma de reaparecer a pesar de que una y otras vez has insistido en señalar que estás retirado de la vida política.
Sabemos que el silencio no es lo tuyo y que tarde o temprano volverías al escenario nacional, pero pensé que sería a través de una entrevista con un periodista reconocido, desde luego afín a tu ideología porque sabemos que no toleras a los comunicadores críticos.
El contenido de tu presentación es por demás aburrida, ególatra y en algún momento tocas temas políticos que como expresidente no vale la pena abordar.
Un ex mandatario tiene el derecho como mexicano para opinar sobre lo bueno o malo que sucede en México, pero no a crear escenarios ficticios para justificar su posible regreso a la vida política.
Llegas incluso al extremo de hablar de "un golpe de estado", tema que en nuestro país es un tabú y que se presta para fomentar las más alocadas especulaciones.
Si conoces de algún intento de golpe de estado sería importante que lo denuncies para evitarlo, pero mencionarlo como una posibilidad es una acción irreflexiva e imprudente que seguro cayó como bomba en el despacho principal de Palacio Nacional.
Dedicas una buena parte del video a comentar tu vida personal como si a los mexicanos les importara realmente cuanto tiempo caminas al día, cuántos guajolotes y gallinas tienes a tu alrededor y cuál es la extensión de tu finca "La Chingada".
Sin embargo, no mencionas como sobrevives en tu rancho cuando gozas de una pensión de 21,660 pesos al mes del Issste, más la pensión del Bienestar que suma 6,200 pesos al bimestre.
Primero tendrías que aclarar si con los seis años en la Ciudad de México, seis más en la Presidencia y algunos cuantos en el Instituto Nacional Indigenista fueron suficientes para alcanzar una pensión vitalicia del gobierno federal.
Vivir con 24,700 pesos al mes es prácticamente imposible si mantienes una finca con empleados de planta, algunos dos o tres asistentes, además de los gastos de manutención de tu esposa Beatriz y tu hijo menor.
A ti que tanto te gustaba exhibir a terceros, ¿por qué no publicas una lista de tus ingresos y egresos del 2025 para conocer si realmente sobrevives de manera independiente?
También dedicas un buen tiempo a presumir de tus logros como presidente, pero nada hablas del desastre que dejaste en materia de seguridad, educación y del crimen organizado.
Es muy cómodo Andrés Manuel hablar desde una apacible finca cercada y seguramente vigilada por militares sin advertir los horrores que viven miles de mexicanos en entidades como Michoacán, Sinaloa, Guanajuato, Jalisco, etcétera.
Agradecemos que hayas suspendido tu gira de presentación de tu libro por el país, habría sido una gran falta de respeto para la presidenta Sheinbaum porque provocaría las más diversas especulaciones en torno a tu regreso a la política.
Tampoco se vale que quieras volver al escenario nacional seguramente porque estás cansado de tu retiro y porque como político vanidoso extrañas las lisonjas y los aplausos.
Es conocido que tu influencia sobre Claudia es enorme y en ocasiones nociva, pero por favor Andrés Manuel no eches a perder el prestigio logrado por ella, además ya no es tu pupila ni la encargada de un despacho, sino la Presidenta de la República Mexicana.
No te equivoques entonces, los intentos de reelección y de maximato han tenido finales escabrosos en nuestro país, en algunas ocasiones ha costado la vida de ex presidentes y en otras su exilio forzado.
NOTA FINAL…
Si el ex presidente López Obrador insiste en mantener su presencia en la vida política, la presidenta Sheinbaum podría seguir la receta de regímenes pasados, esto es nombrar embajador a su antecesor. Al tabasqueño le vendría bien vivir en La Habana o en Caracas para que conozca el desastre de los gobiernos de sus aliados políticos.
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