
(FOTOS: RAMÓN SOTOMAYOR)
La noche del jueves 15 de mayo los laguneros viajaron al pasado, no hubo necesidad de una “máquina del tiempo”, solo de las melodías de Los Apson.
Afuera del Teatro Nazas corría el año 2025, pero en su interior se sentía como en 1959, año en el que inició la leyenda del rock and roll mexicano.
Los Apson, siglas derivadas de su lugar de origen Agua Prieta, Sonora, no hacen distinción, le roban el corazón a todas las generaciones por igual.
Muestra de ello es la familia de Lourdes Alonso Favela, de 65 años, un ama de casa que ha transmitido su gusto musical a sus hijos, nietos y hasta su bisnieto.
Ella esperó a la agrupación por la entrada de sus camerinos, sobre la calle Matamoros, con el objetivo de crear un recuerdo más a su lado. En entrevista exclusiva para este diario, dijo que no era la primera vez que coincidía con ellos, es fan de toda la vida y nunca ha fallado a ninguno de sus eventos.
En esta ocasión la acompañó su hija, quien no dudó en grabar cada segundo del encuentro que tuvo su madre con sus ídolos. Lourdes saludó gustosa a Jimmy Medrano (segundo sax), Ismael García (en la batería), Hugo Córdova (requinto), Tonny Ripalda (bajo), Octavio Arreola (vocalista) y al director del grupo, “Lichi” García. A todos les mostró las fotos que se ha tomado con ellos a lo largo de los años.
Posteriormente, corrió al interior del recinto, donde Revolution Rockband ya había ofrecido su show de apertura de este gran evento.
A las 21:06 horas se anunció a la agrupación 100 por ciento sonorense y a las 21:11 dieron muestra de su poder instrumental.
De hoy en ocho hizo que todos movieran su cabeza al ritmo de la música.
Como si fuera una escala de movimiento, siguió Por eso estamos como estamos, la cual provocó que, además de la cabeza, el público también alzara los brazos.
Las luces tenues en combinación con la interpretación de Y la quiero regalaron un momento de romanticismo.
Cuando yo era un jovencito concretó la conexión que tiene la agrupación con esta tierra.
La emoción de cada persona que ocupaba una butaca en el teatro fue recibida eficazmente por los seis integrantes, quienes en respuesta emitieron su agradecimiento con algunas palabras: “Qué bonito recibimiento para Los Apson, gracias Torreón” y “¡Arriba Torreón!”.
Después de la interpretación de Popeye, las peticiones del público resonaron por todo el lugar, gritaban por Fue en un café.
“Vamos a recordar a un señor que ya no está con nosotros”, mencionaron antes de cantar El Último Beso. El coro se lo “robaron” los fans, quienes cantaron a todo pulmón.
Minutos después de complacencias, Hugo se tomó un momento para leer un mensaje de uno de sus seguidores, Andrés Ramírez, quien a través de redes sociales les platicó que su familia perdió a su abuelo. Por lo anterior, esta velada tenía un significado muy especial.
Y vaya que la gente se “hizo a un lado” y al otro, cuando cantaron Atrás de la raya. Unos cuantos se despojaron de toda vergüenza y se pusieron de pie para bailar desde su lugar.
Faltando dos minutos para las 22:00 horas recordaron a su amigo Carin León, con quien grabaron algunos temas para un disco del hermosillense que fue su regalo de navidad de 2022, así que deleitaron con No hay amor.
La letra de Anoche me enamoré quedó muy acorde a la ocasión, debido a que varios salieron flechados de este concierto.
Después de recordar sus inicios y honrar a “Lichi” García, su fundador y director, cantaron Corazón de roca.
A las 22:26 horas, todos encendieron las luces de sus celulares a petición de la agrupación y llegó el himno que todos esperaban, Fue en un café. El concierto, en el que también se recordaron a las madres y maestros, se alargó hasta las 23:00 horas.