Siglo Nuevo Opinión Entrevista Nuestro Mundo

CINE

Nostalgia, el poema de Tarkovski sobre el exilio

Un poeta ruso viaja a la Toscana italiana para investigar la vida de un músico del siglo XVIII. Hay recuerdos que no puede sacar de su mente y que lo llevan a conectar con Domenico, un “loco” con una visión apocalíptica del mundo.

Nostalgia, el poema de Tarkovski sobre el exilio

Nostalgia, el poema de Tarkovski sobre el exilio

ANA SOFÍA MENDOZA DÍAZ

Tal vez no haya mejor manera de entender una emoción tan compleja como la nostalgia que a través de la poesía, ese espacio donde, desde la Antigüedad, tiene cabida lo inconmensurable: los designios de los dioses, pero también lo profundamente humano. Inconmensurable era, por ejemplo, el dolor con el que “a Ulises se le iba la vida en gemir por su hogar” (La Odisea). Es el dolor del exiliado, uno que el cineasta Andréi Tarkovski vivió en carne propia y que supo plasmar en Nostalgia (1983), la primera película que filmó fuera de su natal Rusia.

A pesar de ser una de sus obras más personales, no cae en una narrativa autobiográfica, acaso porque una sucesión de hechos se queda corta si de desmenuzar la psique se trata.

El director, entonces, se vale de recursos poéticos para dar testimonio de las convulsiones que sacudieron su espíritu tras haber tenido que abandonar su país. Por mucho que amara a la tierra que lo vio nacer, Tarkovski no podía permanecer más tiempo en un lugar donde todo aquello que no se alineara con el Partido Comunista era aniquilado. Su arte ya había sido objeto de censura y múltiples trabas, y renunciar a seguir creando era renunciar a sí mismo, a todos sus ideales.

Fue en 1979 cuando partió como refugiado político, primero, a Estados Unidos; luego, a Italia, donde se produjo Nostalgia.

EL POETA NOSTÁLGICO

La cinta sigue la estancia de Andréi Gorchakov, poeta ruso, en Bagno Vignoni, un poblado de la Toscana italiana donde ha de investigar la historia de un compositor (también ruso) del siglo XVIII que había estudiado cerca de ahí, en Bolonia, y que frecuentaba el pueblo para sumergirse en sus baños termales. 

Es evidente que el poeta lleva a cuestas una enorme pena, la cual se representa en gran medida, como en toda la filmografía de Tarkovski, mediante el agua. Cuando entra a su habitación en el hotel de Bagno Vignoni, se deja caer sobre el colchón en el momento en que la lluvia arrecia allá afuera.

La duración del plano permite percibir que, poco a poco, un charco se va filtrando al interior, tal como se resquebrajan las corazas emocionales que han permanecido mucho tiempo activas. 

Más adelante, cuando el malestar anímico de Gorchakov empeora, se introduce en un edificio abandonado. Mientras el agua estancada le llega por encima de las rodillas, se escuchan sus pensamientos en voz en off: “Tengo que ir a ver a papá. Tengo una chaqueta en el armario, lleva ahí tres años, la volveré a usar cuando vuelva a casa… Nunca veo a nadie”. 

Luego se encuentra a una niña ante quien empieza a divagar sobre la obsesión de los italianos con los zapatos y sobre la inocencia de las películas románticas donde no hay ninguna clase de intimidad física, a veces ni siquiera un beso. “Por eso son grandiosas, los sentimientos no expresados jamás se olvidan”, le dice, y procede a contarle una historia en que un hombre arriesga su vida para sacar a otro de un pantano, sólo para que este se ofenda y le diga: “¿Por que lo has hecho, idiota? Yo vivo ahí dentro”. 

En la trama nunca se revelan detalles del pasado del poeta, pero algo es seguro: siente nostalgia por un lugar y un tiempo donde parece haberse quedado una parte de sí mismo. A lo largo de la cinta se introducen flashbacks en blanco y negro donde se muestra una cabaña en medio del campo, alrededor de la cual se observan dos mujeres, una adolescente, un niño, un perro y un caballo blanco.

En ninguna de estas evocaciones —son tan poco concisas que no podría llamárseles recuerdos— hay diálogos, sólo el sonido de la lluvia, risas de niños, algunos ladridos y una especie de canto tradicional. En una ocasión, sólo aparece un ángel

 LA MUJER LIBRE

A Andréi lo acompaña su traductora al italiano, Eugenia, también oriunda de Rusia y quien se ha enamorado de él, aunque este parece consumido por sus cavilaciones, sin estar nunca presente. 

Ella es su contraparte: tiene un carácter curioso, juguetón y desafiante, y tiene la capacidad de recordar a Moscú con ligereza cuando la Toscana se cubre de neblina y el cielo tiene un aspecto en particular. El escritor, en cambio, es evasivo, rehusándose incluso a entrar con ella a un convento para admirar la Virgen del parto, de Piero della Francesca, a pesar de que él mismo le había expresado su interés por la imagen. 

La intérprete manifiesta abiertamente su desconcierto ante estas actitudes y ante la biografía del músico que protagonizará el siguiente libro de Gorchakov. “¿Por qué crees que Sasnowskji quería volver a Rusia si sabía que volvería a ser esclavo?”. La respuesta que se revela más adelante es que estaba enamorado de una esclava. Las personas son un mayor hogar que cualquier estructura de cuatro paredes.

Eugenia, sin embargo, no parece haber encontrado ese refugio en nadie. Se lamenta por sus relaciones fallidas y, cuando se da cuenta que no va a ser correspondida por el poeta, se va.

“¿Por qué tienes miedo de todo? No eres libre. Parece que todos tienen deseos de libertad, hablan de libertad, pero si les dieran más libertad no sabrían qué hacer con ella. No la conoces”, le reclama, aunque lo hace frente a un espejo, lo que tal vez sea una insinuación de que ella misma va incluida dentro de esa protesta. 

EL LOCO RADICAL

Poco después de su llegada a Bagno Vignoni, Gorchakov conoce a Domenico, “el loco del pueblo”. Todos recuerdan su historia: hace tiempo mantuvo a su esposa e hijos encerrados en su casa para protegerlos del fin del mundo. Donde antaño viviera con su familia hoy es un espacio semiderruido y lleno de goteras, ocupado sólo por él y su perra; un reflejo del estado mental de su habitante. 

Cuando el escritor entra ahí, ocurre un efecto visual sumamente interesante. La cámara, desde el punto de vista de Andréi, se acerca lentamente a uno de los hundimientos en el suelo de la vivienda hasta que, de pronto, da la impresión de ser un paisaje visto desde arriba.

La imagen, entonces, pasa a escala de grises, convirtiéndose en un flashback más del poeta. Algo en Domenico le ha remitido a su propia experiencia, nos indica Tarkovski a través de este poderoso recurso visual. 

En su fervor religioso, el hombre le entrega a Andréi una vela y le pide que la encienda y la lleve, a través del agua, de lado a lado del balneario. Eso, asegura, podrá salvar a todos del fin del mundo. 

Sólo un loco podría encargarle una misión de tal envergadura a un poeta, y sólo un poeta sería capaz de darlo todo por cumplirla. Después de todo, ni uno ni otro operan dentro de las fronteras habituales de la conducta humana.

Gorchakov asegura entender los motivos de Domenico para sus acciones. No los verbaliza, pero es claro que el exilio los vincula: el escritor ha sido expulsado de un tiempo y un sitio que alguna vez conformaron su hogar, y el loco ha sido expulsado de una sociedad incapaz de darle cobijo.

Respecto a este último punto, en una de las escenas más potentes en la filmografía de Tarkovski, Domenico sube a una estatua ecuestre y emite un discurso, ante una multitud de marginados sociales, en el que advierte que la humanidad tiene que volver a un “punto de partida” para corregir el camino erróneo que ha tomado, uno en el que los “cuerdos” han tomado el control y han llevado a todos a la ruina. 

“Qué clase de mundo es este si un loco les tiene que decir que deben tener vergüenza”, sentencia. 

A través de estos tres personajes y desde su habitual poesía cinematográfica, Tarkovski parece lanzar la siguiente cuestión: qué clase de mundo es este si existen personas que no pueden quedarse en el lugar que llaman hogar. 

 amendoza@elsiglo.mx

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en: Poesía Ruso Toscana Italia Músico mente Investigar Tarkovski exilio narrativa nostálgico Mujer loco

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Nostalgia, el poema de Tarkovski sobre el exilio

Clasificados

ID: 2420122

elsiglo.mx