JANE BOWLES / OBRA REUNIDA
Jane Bowles escribió una única novela, perfecta, Dos damas muy serias, una pieza de teatro, En el cenador, y los relatos reunidos en Placeres sencillos; un conjunto de obras cuya influencia en la literatura ha sido mucho mayor de lo que cabría esperar por su brevedad. Sin embargo, fue suficiente para forjar un estilo vanguardista y libre, una combinación deslumbrante entre una prosa concisa y diálogos ágiles y febriles, poseedores de una mezcla de integridad infantil, candor surrealista y ágil precisión.
Ambientada en Nueva York y Panamá, Dos damas muy serias narra la historia cruzada de la excéntrica Christina Goering y la insaciable Frieda Copperfield. La novela, escribe Luna Miguel, “leva a preguntarnos por nuestros propios juicios, a menudo hipócritas, sobre la infidelidad, la orientación sexual y los conflictos de clase.
Bowles no solo dice el pecado, sino también las pecadoras. ¿Y acaso no es ese desvelamiento el fin de toda buena literatura?”.
En el cenador se estrenó en Broadway en 1953 y refleja la compleja relación de Bowles con su propia madre. Tennessee Williams la consideraba no solo la obra más original que había leído nunca, “sino también la más insólita, la más divertida y una de las más conmovedoras. Una de esas piezas raras que no se ponen a prueba en el teatro, sino que ponen a prueba al propio teatro”. En cuanto a los seis relatos y una «escena para títeres» que componen Placeres sencillos, destacan en especial el cuento que da título al libro y el denominado “Camp Cataract”.
SOBRE LA AUTORA
Jane Bowles nació en Nueva York en 1917 y empezó a escribir a la edad de quince años. En 1938 se casó con el escritor y compositor Paul Bowles. El matrimonio llevó una existencia nómada viviendo esporádicamente en Europa, Centroamérica, México y Ceilán, antes de instalarse en Tánger en 1947.
Publicó Dos damas muy serias, su única novela, cuando solo contaba veintiséis años. Es autora de la obra de teatro En el cenador y del libro de relatos Placeres sencillos. En 1957 sufrió una hemorragia cerebral que le impidió prácticamente volver a leer y escribir; murió en Málaga en 1973.
Tennessee Williams la describió como «la escritora de ficción en prosa más importante de la literatura estadounidense moderna», Truman Capote la nombró “una leyenda contemporánea”, y para John Ashbery fue “una de las mejores narradoras modernas en cualquier lengua”.