Imagen: Unsplash/ Stefano Bucciarelli
Investigadores del laboratorio de Neuroingeniería Biomédica de la Universidad Miguel Hernández (UMH), en la ciudad española de Elche, han desarrollado un sistema de visión artificial que “dialoga” con el cerebro y lo han probado con dos personas ciegasvoluntarias, obteniendo resultados prometedores.
Actualmente varios laboratorios del mundo exploran las prótesis basadas en implantes neuronales, los cuales podrían, en un futuro, ser una herramienta para restaurar la visión funcional en personas ciegas. El director del Instituto de Bioingeniería de la universidad,Eduardo Fernández Jover, líder del estudio
—publicado en Science Advances—, explicó que a cada voluntario en la investigación se le implantó una pequeña matriz de electrodos en la parte del cerebro que procesa el sentido de la vista. Se trata de un dispositivo de tan sólo cuatro milímetros de lado que contiene un centenar de microelectrodos individuales.
“Gracias a eso, podemos mandar información, escribir en el cerebro, pero también escuchar qué es lo que dice el cerebro”, reveló. Con base en ese proceso, van adaptando la estimulación eléctrica para generar percepciones oculares.
Ya en 2021, este laboratorio había logrado instalar un neuroimplante de forma segura en una persona ciega, un dispositivo capaz de inducir la percepción de formas y letras con una resolución mucho más alta de lo que se había logrado hasta esa fecha.

LOS RESULTADOS
Los pacientes tratados con este aparato ya son capaces de reconocer diversos patrones complejos, movimientos, formas e, incluso, algunas letras. Fernández Jover señaló que no comprenden “muy bien todavía cómo interaccionar con el cerebro, lo que es su lenguaje”, pero han demostrado que “es viable, que es posible hacer este tipo de aproximación”.
“Lo que hace un sistema de visión artificial cortical es intentar emular el proceso natural de la visión. Para ello, utiliza una pequeña cámara externa integrada en unas gafas más o menos convencionales que sustituye a la retina”, expuso el catedrático en una nota de prensa.
Las imágenes captadas por el dispositivo se procesan electrónicamente y se convierten en patrones de estimulación eléctrica que, a su vez, son enviados a la corteza occipital, encargada de procesar la información visual.
“Pero la visión no es un proceso pasivo, sino un intercambio constante de señales e información entre el ojo y el cerebro, de manera que los sistemas artificiales tienen que suplir también esta función e intentar replicar su funcionamiento”, precisó.
Cabe aclarar, sin embargo, que no se trata de “volver a ver”, sino de recuperar una visión funcional para tareas simples como orientación, movilidad, leer caracteres grandes, etcétera.
“Este estudio demuestra que podemos establecer un diálogo bidireccional con el cerebro. A la vez que generamos los estímulos eléctricos que generan las percepciones visuales, podemos registrar la actividad cerebral y ajustar los patrones de estimulación en función de la respuesta de las neuronas que rodean a los electrodos, igual que sucedería en condiciones normales”, lo que podría ayudar a conseguir una visión artificial más parecida a la natural.
Aunque los resultados de este y otros trabajos son muy prometedores, todavía hay muchos problemas por resolver y, por lo tanto, es muy importante avanzar poco a poco y no crear falsas expectativas, ya que de momento se trata sólo de una investigación en curso, advierte el académico.

OTRO CASO DE ÉXITO
Por otra parte, un bebé de 40 días de vida fue operado de ceguera en ambos ojos en el hospital de Molinette, en la Ciudad de la Salud de Turín, al norte de Italia, en la primera cirugía en el mundo de catarata congénita con un sistema de visualización 3D en unrecién nacido.
El bebé padecía esta enfermedad asociada a una rara y grave patología de la parte posterior del ojo, causada por un desarrollo anatómico incompleto del mismo, aunque cuando nació no tenía ningún problema de salud, explicó el hospital. Fue durante los primeros días de vida cuando se le detectó la presencia de un reflejo blanco anómalo y se le realizó una intervención temprana.
La tecnología utilizada en este caso permite al cirujano una percepción de la profundidad mucho más precisa que los microscopios tradicionales, fundamental para operar en un ojo tan pequeño.
“La operación representa un ejemplo significativo de los avances en cirugía ocular y cómo el uso de las innovaciones tecnológicas en la Ciudad de la Salud de Turín permiten abordar los casos más complejos, hasta hace poco tiempo considerados no tratables”. señaló el director general del complejo hospitalario, Giovanni La Valle.
Si esta intervención no se hubiese llevado a cabo durante las primeras semanas de vida del recién nacido, el bebé habría padecido inevitablemente ceguera sin una posibilidad futura de recuperar la vista.

POTENCIAL PREVENTIVO, DE DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Los desarrollos tecnológicos ayudan a mejorar la atención y a lograr una mayor precisión en el diagnóstico de estas enfermedades que afectan a tres de cada 10 mexicanos.
“La tecnología juega un papel crucial en la salud visual, impactando diversos aspectos, desde la prevención y diagnóstico hasta el tratamiento quirúrgico y el seguimiento de enfermedades oculares”, señaló Jordan Sierra, médico del servicio de oftalmología del Centro Médico Nacional Siglo XXI.
En México, la Secretaría de Salud (SSa) estima que más de dos millones de habitantes padecen alguna enfermedad que afecta su visión. Además, alrededor del 80 por ciento de los casos de ceguera en el país podrían prevenirse de atenderse a tiempo males como las cataratas, el glaucoma o la retinopatía diabética.
Sin embargo, este número podría ser mayor porque, al inicio, algunas patologías pasan inadvertidas y, de hecho, insistió Sierra, se estima que la catarata se encuentra presente en la mitad de la población adulta en México y es la responsable del 50 por ciento de los casos de ceguera.
De acuerdo con la SSa, los seis principales problemas oculares que afectan a los mexicanos son errores de refracción (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia), catarata senil, degeneración macular, glaucoma, retinopatía diabética y opacidad en la córnea.
Aunado a ello, se estima que el 68 por ciento de la población joven del país tiene el síndrome de ojo seco por la exposición prolongada a monitores y pantallas de teléfonos móviles, así como uso de maquillaje o higiene inadecuados.
Por ello, el especialista señaló la importancia de la detección oportuna de este tipo de padecimientos. La tecnología, enfatizó, permite intervenciones más seguras y precisas.
“Los nuevos sistemas pueden mejorar la eficiencia del diagnóstico y la detección temprana de diversos padecimientos visuales. La robótica permite a los cirujanos realizar incisiones más pequeñas y reducir el riesgo de complicaciones”,comentó el experto.
La integración de robots en cirugías oftalmológicas ha implicado mejoras en la precisión y estabilidad durante los procedimientos quirúrgicos, como en la cirugía de cataratas.
Finalmente, resaltó la necesidad de atender este tipo de enfermedades, pero especialmente prevenirlas para evitar que evolucionen a otras patologías, al exponer que los equipos de última generación pueden garantizar mejores resultados, entre ellos, la reducción hasta en 95 por ciento del reingreso al quirófano.