Nueva Zelanda decide financiar proyectos locales con impuestos derivados del juego
El gobierno de Nueva Zelanda ha decidido actuar ante la preocupación por el proyecto de ley sobre casinos online. La idea es que una parte de los beneficios generados por las plataformas de apuestas extranjeras vuelva a las comunidades locales.
La propuesta inicial provocó indignación porque no incluía ninguna contribución a la comunidad. Sin embargo, el proyecto de ley se ha modificado para ayudar a los clubes deportivos, a los grupos comunitarios y a otras organizaciones locales que suelen depender de la financiación procedente de las máquinas tragaperras y las loterías.
El pasado 29 de octubre, la ministra del Interior, Brooke van Velden, declaró que el gobierno había tomado nota de la opinión ciudadana y actuó con celeridad.
Aumento del impuesto a las plataformas de juego extranjeras para financiar proyectos locales
El nuevo proyecto de ley, que actualmente se encuentra ante el Comité Selecto del Parlamento, sube el impuesto al juego online extranjero del 12 % al 16 % y reserva este 4 % adicional para financiar exclusivamente proyectos comunitarios, sin que pueda emplearse para otros usos.
Este cambio refleja el esfuerzo del gobierno para que los beneficios del juego, especialmente aquellos que proceden de proveedores extranjeros, se destinen a cubrir las necesidades de las comunidades locales sin comprometer la integridad de los fondos actuales.
Brooke van Velden aseguró a las partes interesadas que la subida del impuesto al juego no afectará a los ingresos que las organizaciones comunitarias reciben actualmente, sino que sumará a lo que ya perciben de las máquinas tragaperras y las loterías.
«No estamos quitando nada», afirmó la ministra, que también quiso dejar claro que el gobierno sigue comprometido con el juego responsable y garantizó que la financiación de las comunidades no afectará a las medidas para reducir los problemas relacionados con el juego. Los casinos online con licencia en Nueva Zelanda deberán cumplir una serie de normas muy estrictas, que incluyen sistemas de verificación de edad, límites de gasto y herramientas de autoexclusión para fomentar el juego responsable.
Reglas más estrictas
El proyecto de ley aborda lo que el gobierno califica como un importante vacío regulatorio. Actualmente, miles de neozelandeses apuestan en plataformas extranjeras que no están sujetas a las leyes del país. Estos sitios no suelen contar con las medidas de seguridad adecuadas, ni con herramientas para que los jugadores reciban asistencia en caso de tener cualquier problema.
Con la nueva normativa, todos los operadores de casinos online deberán contar con una licencia neozelandesa, lo que significa que, por primera vez, estarán regulados por las leyes locales.
Este cambio pretende reducir los peligros del juego no regulado y reinvertir parte del dinero recaudado en la economía nacional. Los grupos locales han mostrado su aprobación a la financiación comunitaria, ya que dependen en gran medida de tales subvenciones para mantener sus actividades y apoyar programas juveniles.
Con el fin de garantizar que la nueva medida cumpla sus objetivos, el gobierno ha incluido un periodo de revisión de dos años, durante el cual supervisará cuidadosamente el impacto del aumento del impuesto sobre los beneficios obtenidos por las plataformas de juego extranjeras, con el fin de determinar si es necesario hacer ajustes para lograr un equilibrio.
La revisión se basará en la información recopilada de los operadores de juego con licencia y de los grupos comunitarios, de modo que las decisiones puedan basarse en datos reales y se garantice así una financiación justa y sostenible.
«Esta revisión basada en datos reales nos ayudará a tomar las decisiones correctas y nos permitirá elaborar futuras políticas basadas en hechos», comentó la ministra Van Velden. El objetivo principal de la revisión es mantener el equilibrio, asegurando que el dinero procedente del juego online se sume al que ya aportan las máquinas tragaperras y las loterías. Se trata de apoyar a las comunidades locales sin poner en riesgo las vías de financiación ya existentes.
Un triunfo para la ciudadanía, aunque la batalla aún no haya finalizado
La portavoz de la oposición laborista, Lemauga Lydia Sosene, calificó el cambio del gobierno como «una gran victoria para el pueblo», reconociendo el mérito de los movimientos vecinales y los ciudadanos neozelandeses que presionaron para lograr el cambio en la ley.
Aunque Sosene destacó que la movilización ciudadana fue decisiva, quiso aclarar que el Partido Laborista no respalda el proyecto en su totalidad, ya que considera que permitir la presencia de operadores de juego extranjeros puede ser arriesgado si las normas de protección no son suficientemente sólidas.
La mayoría de la gente cree que la revisión del gobierno es un paso positivo hacia el cambio. Los expertos en el sector afirman que las nuevas regulaciones logran un equilibrio justo y creen que es posible ampliar el alcance del juego online y, al mismo tiempo, apoyar a las comunidades locales, siempre que el gobierno actúe con prudencia.
Sin embargo, los hay que no son tan optimistas. Algunas voces críticas se muestran preocupadas por lo que ocurrirá cuando el país permita la entrada de más operadores internacionales, ya que no tienen claro que la medida vaya a ser segura.
Un nuevo referente
Al destinar parte de los beneficios de las plataformas de juego extranjeras a organizaciones locales, el gobierno neozelandés está logrando un impacto positivo. De esta forma, el crecimiento del juego online se traduce en beneficios reales y en apoyo a clubes deportivos, grupos comunitarios y proyectos locales. El mensaje no puede ser más claro: si el juego online va a crecer, tiene que servir para ayudar a los barrios y a la gente que más lo necesita.