Obispo de Torreón da su mensaje de Navidad
En esta Navidad, el obispo de la Diócesis de Torreón, Luis Martín Barraza Beltrán emitió su tradicional mensaje en el que destaca que esta celebración ha perdido el sentido y se ha banalizado, llenándose de excesos en donde incluso, las guerras se han pausado para después.
“La Navidad encierra la verdad acerca del hombre: encuentro, comunidad, familia, paz. Durante estos días celebramos todo esto, consciente o inconscientemente. Se trata de nuestro ambiente vital, nuestra esencia. Pero, como todo en este mundo, lo más sagrado se puede banalizar y usar para el disfrute pasajero. La ‘tristeza dulzona’, sin esperanza, que es el elixir favorito del demonio, con la que nos conformamos, procede de traicionar nuestra vocación de ser con y para los demás. Frecuentemente la paz, que se vive en estos días, es una simple tregua pactada, para continuar la guerra después; la generosidad, un gesto sentimental aislado con poco compromiso con la justicia social; los buenos deseos, fórmulas vacías; nuestras celebraciones meros pretextos para dar rienda suelta a los excesos”, reza su mensaje.
Todo lo anterior dijo, contradice al verdadero sentido de la Navidad “así como la constatación que hace el Documento Final sobre la sinodalidad: ‘Fijar la mirada en el Señor no nos aparta de los dramas de la historia, sino que abre nuestros ojos para reconocer el sufrimientos que nos rodea y nos penetra: los rostros de los niños aterrorizados por la guerra, el llanto de las madres, los sueños rotos de tantos jóvenes, los refugiados que afrontan viajes terribles, las víctimas del cambio climático y de las injusticias sociales’”.
Monseñor comentó también en su mensaje que en la Navidad, Jesús, se ha venido a identificar con cada ser humano, especialmente los más frágiles, al punto de decir: "tuve hambre, tuve sed, era un extraño estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, lo que hicieron con uno de estos más insignificantes, me lo hicieron a mí!”
Es por ello que invitó a los fieles a cultivar el espíritu de la Navidad durante todo el próximo año. Así como el cuidar a la familia desde el proyecto de Dios.
“Si queremos un mundo en paz será necesario apacentar a las familias para que sean formadoras de artesanos de paz. Apoyemos toda iniciativa encaminada a procurar la paz, como los ‘diálogos por la paz’ que desde la Iglesia se promueven. Que la causa de la paz esté presente en todos nuestros procesos pastorales y sea motivo de encuentro con otros hermanos que la buscan por otros caminos”, es la petición de monseñor.
Y finaliza su mensaje anunciando una nueva estrategia de paz: “tendremos una gran oportunidad de construir ‘pesebres’ de encuentro, de diálogo en la fe, de oración en familia, de dignificación de la vida en las ‘semanas misioneras’, que se estarán llevando a cabo en cada una de las parroquias, a partir del mes de febrero. De este modo acogeremos el espíritu sinodal que se promueve hoy en nuestra Iglesia”.