El pan francés lagunero ha comenzado a expandirse más allá de las fronteras de la región, llegando a mostradores de autoservicio en distintas partes del país. Sin embargo, quienes lo han probado en su lugar de origen aseguran que no hay comparación con el auténtico sabor del pan de Torreón.
Pedro Ávila Aguilera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), explicó que aunque algunas cadenas comerciales han intentado replicar la receta tradicional, el resultado no logra capturar la esencia del pan lagunero.
“Esto nos ha favorecido, porque mucha gente que llega a Torreón lo compara con lo que ha probado en otros lugares. Aquí descubren cuál es el verdadero pan francés, el pan tradicional de nuestra región”, comentó.
La presencia del pan lagunero en tiendas como Soriana —empresa originaria de la región— ha contribuido a su difusión nacional. En ciudades como Tijuana, por ejemplo, ya se comercializa bajo nombres como “pan lagunero” o “pan Torreón”. Sin embargo, señala Ávila Aguilera, “no queda igual”.
Uno de los elementos que hacen del pan francés lagunero un producto único es el tipo de horno utilizado. En muchas panaderías de Torreón se siguen empleando hornos tradicionales, algunos con décadas de antigüedad, construidos con piedra de cascarrazas -un material que conserva el calor de manera excepcional.
“El calor que se genera en estos hornos le da al pan un sabor distinto, una textura que no se logra con hornos modernos. Es difícil que el producto quede igual en otro lado”, explicó Ávila Aguilera. Este método artesanal de cocción es parte del legado panadero de la región, transmitido de generación en generación.
Aunque el pan francés lagunero ha comenzado a ganar reconocimiento nacional, su esencia sigue profundamente arraigada en Torreón. Para muchos, probarlo en su lugar de origen es una experiencia que va más allá del gusto: es una conexión con la historia, la tradición y el calor de hogar.
“Es un pan que habla de nosotros, de nuestra forma de hacer las cosas. Y aunque lo veas en otras partes del país, el verdadero sabor está aquí”, concluyó Ávila Aguilera.