Los resultados dados a conocer de forma reciente en relación a Petróleos Mexicanos han causado sorpresa a posteriori del Plan de Apoyo presentado por el Gobierno para el saneamiento de sus finanzas, además de darle un aliciente de acuerdo a la estrategia para ser auto suficiente en el 2027, así lo aseguró la Presidenta Claudia Sheinbaum, los datos que se presentan no parecen la vía adecuada para señalar solidez en sus aportaciones: Pemex pierde 6 mil millones de pesos en el tercer trimestre, se da a conocer una pérdida de 61 mil 250 millones tras haber ganado 60 mil millones en el período pasado, la producción de crudo y condensados cayó 7% a cifras de 1.65 millones de barriles diarios y la producción de gas natural se redujo a menos del 1% a 3 mil 730 millones de pies cúbicos. La deuda total de Petróleos Mexicanos frente a las expectativas de mejora se situó en los 100 mil 300 millones de dólares al cierre de septiembre frente a los 98,800 millones de dólares del trimestre de abril a junio. En vista de los contrastes señalados las Calificadoras de Riesgo mejoraron su calificación como un reconocimiento al lanzamiento de bonos de acuerdo al proyecto de la Secretaría de Hacienda, una vez restaurada la confianza de los inversionistas y organismos internacionales. ¿Cómo se llegó a éstos resultados cuando Pemex tenía una posición importante para el desarrollo del país?
A principios de los 80s las reservas probadas de hidrocarburos se habían multiplicado, por su volumen México ocupó el cuarto lugar a nivel mundial, surgían además, nuevos descubrimientos en tierra y mar principalmente en el Sureste del país, lo que garantizaba la disponibilidad de energéticos más allá del año 2000. La explotación petrolera se mantuvo en aumento constante desde 1938, así se pasó de los 105,500 barriles por día en ese año a 800,800 en 1976. A partir de 1977 se inició la etapa de crecimiento acelerado de producción, la cual alcanzó en 1981 los 2 millones 500 mil barriles diarios.
Pemex realizó labores de exploración, explotación, refinación, transformación, almacenamiento distribución y venta de petróleo, así como de gas natural de primera mano, además de producir, almacenar, distribuir y vender todos los productos dando inicio a una etapa más eficaz para sus ingresos: la comercialización de petroquímicos básicos.
En los años siguientes se ampliaron los complejos petroquímicos industriales situándose en Ciudad Camargo, Reynosa, Ciudad Madero, Poza Rica, Salamanca, Tula, Azcapotzalco, Pajaritos, Cangrejera, entre las más importantes, su historia se remonta a 1951 cuando se empezó a producir azufre en Poza Rica. A partir de 1982 se iniciaron las obras de ampliación de las Refinerías, contaba con nueve distribuidas principalmente en el centro del país, en la zona costera del golfo y en la costa del pacífico, ubicadas en Minatitlán, Cadereyta, Salamanca, Ciudad Madero, Salina Cruz, Poza Rica y Reynosa.
Todo este historial no son datos aislados nos permiten dimensionar el potencial económico de Petróleos Mexicanos, hasta 1980 se tenían 72 plantas en operación instaladas en 15 complejos con una capacidad de 8.8 millones de toneladas anuales de 38 productos, como dato relevante del boom de Pemex para acondicionar el gas natural que se obtiene en los campos, quitarle impurezas y aumentar su valor, instaló 4 plantas de absorción y 10 criogénicas. El gas procesado en el país en 1981 en promedio fue de 3,091 millones de pies cúbicos por día, la recuperación de licuables en ese período fue de 263,000 barriles por día, con lo que Petróleos Mexicanos pasó a ocupar el tercer lugar internacional.
Por todo esto, es importante su recuperación histórica. La industria petrolera de nuestro país no merecía pasar por tanta ineficiencia debido a los criterios políticos de presidentes de todos los partidos, por la inclusión de perfiles en su Dirección que no planearon el futuro, desde luego, su estructura financiera estuvo también sujeta a los vaivenes del precio y a las políticas de la OPEP aun cuando México no pertenecía a ese organización.
Para las generaciones de jóvenes que están descubriendo los nuevos escenarios y que aún no investigan logros pasados, la soberanía debe ligarse también a la dialéctica de la Industria Petrolera aun cuando hoy esté tan lejana de la realidad actual. En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador se decidió la construcción de la Refinería Olmeca en Dos Bocas, ubicada en Tabasco, para gran cantidad de expertos su construcción rebasó el costo de lo presupuestado y su producción no se acercó a los niveles requeridos. Uno de los principales problemas de Pemex ha sido una deuda pública cada vez mayor, retención de pago a los proveedores, una carga fiscal caótica que fué el tema de presentación del plan de apoyo de la Presidenta, pérdidas por baja en la producción, infraestructura obsoleta, impacto ambiental y el reto de la transición energética, pero tal vez, uno de los principales daños sigue siendo la corrupción.
A éstas alturas de mi comentario voy a recurrir al Filósofo Robert Nazick, uno de los pensadores más influyentes y notables. Nazick fue profesor de la Universidad de Harvard, desarrolló una teoría general de valores debatiendo sobre las cosas más importantes de la vida, sin duda, su extraordinaria visión lo llevó a desarrollar una Teoría sobre la función del Estado Moderno en base al concepto de "Estado Mínimo" limitado a proteger los derechos de las personas y, garantizar el cumplimiento y resultados de las Instituciones creadas para el beneficio de las mayorías, criticó la existencia del Estado Benefactor ya fuera de ideología socialista de izquierda o de derecha, en especial demostró que el Estado no mantiene una línea formal de seguimiento a sus propias políticas, ya que cuando se ve rebasado utiliza la coerción o la fuerza para obligar a unos a ayudar a otros, para prohibirle a la gente realizar actividades por su propio bien o protección, publicó su obra "Anarquía, Estado y Utopía" un Tratado de Filosofía Política que lo llevó a la fama. Para Nazick el hombre es tan valioso y único que la libertad es el bien mayor y no la igualdad, el Estado Mínimo debe actuar con rapidez: no ocultar actuaciones ineficientes, su papel es proteger a los ciudadanos contra la violencia, el robo y el fraude, pero sobre todo demostrar la eficacia de sus Instituciones a esto le llamó el Neo Institucionalismo, desde luego, un tema y debate que sería la piedra angular en el contexto de la política actual y un aire de renovación para Instituciones como Petróleos Mexicanos que fluctúa entre el andamiaje de ser o no ser, una carga para las finanzas del Estado y un riesgo para el futuro económico del país.