
Plazas de Cuadra de la Morelos
La avenida Morelos es quizá uno de los corredores que más historias ha acumulado a lo largo del último siglo en la ciudad de Torreón. Entre sus palmeras y fachadas se han tejido memorias familiares, encuentros inesperados, manifestaciones culturales ymovimientos sociales. Durante décadas fue el punto de encuentro por excelencia: ahí se paseaba por las tardes, se compraba, se miraba y se era mirado.
Pero, con el paso del tiempo, perdió parte de su vitalidad. El predominio del automóvil, el desorden urbano, el desgaste del mobiliario y la falta de mantenimiento lo fueron transformando en un trayecto áspero, más cercano al tránsito que a la convivencia.
¿Cómo revitalizar este espacio sin borrar su memoria? ¿Cómo lograr que vuelva a ser el corazón cultural y social de la ciudad? La propuesta Plazas de Cuadra, surgida en un concurso nacional convocado por el Colegio de Arquitectos de la Comarca Lagunera, intenta responder a estas preguntas con una idea tan sencilla como poderosa: recuperar el Paseo Morelos como una secuencia deplazas vivas, cada una con identidad propia, unidas entre sí como capítulos de un mismo libro urbano.
DIAGNÓSTICO
Antes de comenzar a diseñar este proyecto colaborativo entre SPA Arquitectos y Tovarendón+Arquitectos, fue necesario identificar los elementos que actualmente hacen de esta vialidad un pasillo de concreto hostil. El análisis arrojó una lista extensa de deficiencias: cerca de cuarenta problemas que van desde lo funcional hasta lo estético.
Los materiales de las superficies y la escasez de áreas sombreadas convierten el espacio en un horno bajo el sol lagunero. Las fuentes han dejado de funcionar, las luminarias están mal ubicadas y los cables eléctricos cruzan el cielo sin orden, abonandoa la contaminación visual de la zona.
A ello se suma la ausencia de mobiliario ergonómico, el comercio ambulante desorganizado y el deterioro de varios edificios históricos que carecen de iluminación o restauración adecuada. El tráfico vehicular, lejos de dar fluidez, interrumpe la experienciapeatonal, y la señalética resulta confusa.
Este panorama no sólo refleja falta de mantenimiento; es también síntoma de una ciudad que ha olvidado el valor de su espacio público como escenario de identidad.
QUINCE RELATOS
La iniciativa Plazas de Cuadra parte de un principio fundamental: cada manzana del corredor puede transformarse en una plaza temática, con vocación propia, pero integrada en una narrativa común. Así se abre un recorrido que cuenta historias de cuadra en cuadra.
Destacan la Plaza del Pensador, la Plaza de los Músicos, la Plaza de las Mujeres, la Plaza de las Bicicletas o la Plaza 2 de Abril. Cada una encierra una invitación a la memoria a través de sus monumentos. Una de las propuestas, por ejemplo, es la reubicación de la estatua de Pilar Rioja en la Plaza de los Bailaores, o la escultura dorada de Morelos —hoy semiabandonada en el Bosque Venustiano Carranza— en el cruce con la calzada Colón.
Por otra parte, el proyecto incluye la restauración e iluminación adecuada de los edificios históricos, así como la homogenización del resto de las fachadas, pintándolas de blanco y utilizando toldos parecidos a los que originalmente se encontraban en los comercios del siglo XX. Esta decisión tiene como propósito lograr una coherencia visual que actualmente está ausente en el paseo.
El diseño urbano incluye amplias banquetas, áreas de descanso, fuentes contemporáneas, mobiliario ergonómico y áreas verdes. Respecto a este último elemento, cabe mencionar que uno de los componentes más significativos del Paseo Morelos son suspalmeras. Testigos silenciosos de la transformación de la ciudad, estas especies se integran en el proyecto no sólo como vegetación, sino como patrimonio vivo.
El plan es reforzar su presencia y complementarla con otras especies endémicas que generen sombra, frescura y color a lo largo del trayecto, como huizaches, mezquites, mimbres y lágrimas de San Pedro, sin talar ninguno de los árboles ya presentes a lo largode la avenida.
En un contexto desértico como el de la Comarca Lagunera, la sombra es un bien tanto cultural como biológico: es refugio, es pausa, es posibilidad de encuentro. La Morelos se reinventa así como un oasis urbano.
La accesibilidad universal es otra premisa de este corredor peatonal: cada plaza será disfrutable sin importar edad o condición física. Para ello se prevé que cuente con rampas y con aditamentos para permitir el paso seguro de personas con discapacidad motriz o visual.
Asimismo se plantea el cierre total al tránsito vehicular —aunque dejando el espacio suficiente para el paso de patrullas, ambulancias y camiones de bomberos en casos de emergencia— con el fin de evitar accidentes y promover la visita pausada del lugar, lo que, además de invitar a la convivencia y al fortalecimiento de la comunidad, puede impulsar al comercio local.
Algo que distingue a esta iniciativa es su apuesta por el arte como motor de identidad. Además de la restauración de edificios históricos y el rescate de piezas emblemáticas, se plantea la incorporación de arte urbano con obras de artistas laguneros. Así, el recorrido dejaría de ser sólo un trayecto comercial para convertirse en una galería a cielo abierto, donde la arquitectura dialogue con la plástica.
ETAPAS Y FUTURO POSIBLE
El plan se concibe en tres fases de oriente a poniente, con la posibilidad de extenderse más allá del tramo actual.
La primera etapa comprende desde la calle González Ortega hasta la Galeana, la segunda desde la Galeana hasta la Falcón y la tercera desde la Falcón hasta la Valdez Carrillo, dando como resultado un total de 15 manzanas. Sin embargo, el Paseo Morelos podría extenderse a lo largo de hasta 56 cuadras en un futuro, ya que hacia el oeste podría intervenirse hasta la avenida CalixtoContreras y hacia el este hasta el boulevard Águila Nacional.
Esta gradualidad garantiza que la intervención no paralice la vida cotidiana de la avenida y permite ajustar procesos conforme avanza el proyecto, cuyas plazas representan simbólicamente todas las etapas históricas de la vida de Torreón. Una vez completada la obra, será necesario que se actualice el reglamento del Paseo Morelos y se cumpla cabalmente para mantener su propósito social.
Más que una obra aislada, es semilla de una estrategia cultural y urbana más amplia: revitalizar el centro histórico, propiciar actividades artísticas y turísticas, reactivar el comercio local y reforzar la identidad lagunera.
Las Plazas de Cuadra plantean algo más que un rediseño arquitectónico: proponen una reconciliación entre Torreón y uno de sus espacios más simbólicos. El Paseo Morelos, lejos de convertirse en un corredor comercial más, puede recuperar su vocación de plaza pública donde se camina, se conversa, se juega, se contempla arte y se construye memoria colectiva.
jatovarendon@yahoo.com